El tráfico dejará de ser un problema. PAL-V ha hecho realidad lo que, hasta ahora, sólo se podía ver en el cine. La posibilidad de conducir un coche por tierra y aire, dotando al conductor de la más absoluta libertad. Tras ocho años de trabajo, la empresa holandesa ha iniciado la venta de los primeros modelos del Liberty Pioneer, un vehículo capaz tanto de circular por carretera como de volar por los cielos.
Este peculiar vehículo tiene un precio de 599 dólares, unos 564 euros, y ya puede reservarse a través de la página web de la compañía, mediante el pago de una entrada de 2.500 dólares. Las entregas no se realizarán hasta finales de 2018. Más adelante, una vez que haya finalizado todas las entregas, comenzará la comercialización de un segundo modelo, el Liberty Sport, con un precio más bajo, 399 dólares, unos 375 euros. La diferencia entre un modelo y otro está en que el segundo no admite opciones de personalización.
El Liberty Pioneer es un vehículo de tres ruedas y presenta unas dimensiones similares a las de un coche pequeño convencional del segmento B, como un Renault Clio o un Seat Ibiza, por ejemplo. Mide 4 metros de longitud, por 2 de anchura y 1’6 de altura. Del techo, emerge un mástil con una hélice que le permite elevarse del suelo y volar. La operación para desplegar o plegar la hélice tarda entre 10 y 15 minutos.
El coche volador de PAL-V cumple con la normativa europea y norteamericana tanto de aviación como de circulación por carretera. Para pilotarlo, el conductor debe estar en posesión, además del permiso de conducir, de la licencia de piloto PPL o LAPL. Para iniciar el vuelo, aunque no es necesario estar en contacto con torres de control de los aeropuertos, sí es obligatorio estar sujeto a las normas aéreas y el despegue no puede realizarse en cualquier espacio, ya que se necesitan al menos 165 metros de pista. Lo mismo para el aterrizaje, para el que se requieren 30 metros. Está equipado con dos propulsores Rotax y puede volar a una altura máxima de 3.500 metros, con una carga máxima de 246 kilos. Una vez en los cielos, la velocidad de crucero es de 160 km/h y puede alcanzar una velocidad máxima de 180km/h. Su autonomía de vuelo es de entre 400 y 500 kilómetros, según las condiciones climatológicas.
Para circular por carretera, cuenta con un motor de 100 caballos, con el que alcanza los 160km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos. La empresa homologa un consumo de 7’6 litros y una autonomía de 1.315 kilómetros con un depósito, unas cifras bastante considerables. Por otro lado, para favorecer un mejor comportamiento en las curvas, equipa un sistema llamado Estabilizador Dinámico en Curva (DCS) que rebaja la suspensión para ofrecer mayor agilidad en la conducción.