Cuando dos equipos que proponen un fútbol parecido se enfrentan, ocurre lo que ha ocurrido en el Estadio de Gran Canaria. Las Palmas y Sevilla se caracterizan por el cariño hacia la pelota y el protagonismo en el campo para buscar la portería rival. La batalla por el balón finalmente la ganó el cuadro grancanario, pero no le sirvió para ganar la guerra. El Sevilla se vio superado en el centro del campo y tuvo que recurrir al contragolpe para sorprender a los insulares. De esa forma, consiguió batir al ex sevillista Javi Varas, con un gol de Correa.
Desde el inicio del choque, se veía la pinta que iba a tener el desarrollo de aquel. Ambos equipos querían la pelota para hilvanar las jugadas de ataque y, cuando la perdían, iniciaban la presión para volver a recuperarla. La consecuencia de esta circunstancia era las pérdidas constantes del cuero. De esta forma, Las Palmas avisó primero al marco defendido por Sergio Rico, al aprovechar no uno sino, hasta tres errores en la salida de balón del Sevilla pero, entre la falta de puntería canaria y el acierto del portero sevillista, el resultado permaneció inalterado.
Partido sin dominador claro
La pelea por el monopolio de la pelota era la tónica en los primeros 45 minutos. Conforme pasaba el tiempo, el Sevilla comenzó a asentarse mejor en el terreno de juego y Nasri se convirtió en el arquitecto encargado de construir todas las jugadas de ataque del cuadro andaluz. El francés distribuía, organizaba y creaba todas las acciones de los visitantes, pero encontraba poco espacio, gracias a la labor que hacían Roque Mesa y Montoro, encargados de tapar todos los huecos en el centro del campo y controlar los movimientos de N’Zonzi, quien estuvo más apagado, precisamente por el buen hacer de los centrocampistas canarios.
Como Las Palmas conseguía imponerse en el centro del campo, había que buscar alternativas por las bandas y eso fue lo que el Sevilla intentó. Así llegó la primera gran oportunidad de los andaluces, tras un centro de Mariano al área pequeña de Javi Varas que Ben Yedder no acertó a rematar. Al borde del descanso, cuando el partido se había convertido en un duelo de contragolpes, el conjunto hispalense disfrutó de la mejor oportunidad del partido. Ben Yedder, convertido en media punta, asistió maravillosamente a Franco Vázquez que se plantó delante de Javi Varas, pero su disparo se marchó lamiendo el palo.
Tras el descanso era el equipo local el que parecía más decidido a romper la igualada y en cinco minutos disfrutó de las ocasiones más claras. Primero fue David Simón, el lateral derecho, que se sumó al ataque y remató con contundencia una bonita asistencia de Boateng, pero su disparo lo despejó Sergio Rico. Luego fue el propio Boateng el que remató en plancha un centro desde la banda derecha pero nuevamente se encontró con las manos del meta sevillista.
Las Palmas se hace con el control del balón
Tres minutos después fue el turno para el Sevilla, en una jugada rocambolesca en la que Ben Yedder, Franco Vázquez y, por último, Vitolo, pudieron marcar pero no encontraron suerte. Fue la única llegada con peligro de los andaluces. Las Palmas se hizo con el control del balón y del partido con el paso de los minutos, pero no conseguía transformar ese control en peligro. Y al ver que el cuadro local se hacía con la posesión, los de Sampaoli cambiaron estrategia para pasar a jugar al contragolpe, algo que también saben hacer.
Sampaoli gana la partida a Quique Setién
El técnico sevillista movió el banquillo y sorprendió con el primer cambio, al quitar del campo al recién renovado N’Zonzi, que fue sustituido por Iborra. Después,ya en el último tercio del partido, metió a Jovetic y Correa para intentar doblegar a los grancanarios y la jugada le salió bien al de Casilda. A los 79 minutos el Sevilla se adelantó en el marcador de la forma más directa posible. Sergio Rico sacó de puerta, Iborra peinó el balón hacia Correa, que enfiló la meta de Javi Varas y lo batió. Un gol que llegó al más puro estilo inglés, pero que valió igualmente para darle los tres puntos al conjunto hispalense, y daba la victoria también a Jorge Sampaoli en el duelo de banquillos con Quique Setién.
Quique Setién respondió metiendo en el campo a Tana y Livaja, pero su acción resultó en vano. Las Palmas necesitaba ahora algo más que el control del balón y al Sevilla le bastaba con encerrarse atrás y sorprender a la contra, como a punto estuvo de hacer Jovetic, en una gran acción individual, cuyo disparo se fue desviado. Al final, se impuso el que tuvo más efectividad en un estadio de Gran Canaria que, por primera vez esta temporada, ha visto hincar la rodilla al equipo local. Tres puntos importantísimos que permiten al Sevilla seguir en el podio de la clasificación, ocupando la tercera plaza, a dos puntos del Barcelona y a tres del Real Madrid