El descenso del Deportivo de A Coruña ha provocado que las aguas bajen revueltas. El descontento ha propiciado la reacción y la agrupación de un cuantioso número de accionistas que ha logrado aunar el expresidente de la Federación de Peñas del club, Miguel Otero. Tras semanas trabajando en la sombra, múltiples llamadas telefónicas y encuentros con accionistas minoritarios, Otero reunió más de once mil acciones para conseguir el capital social mínimo que necesitaba para permitirle forzar que el actual consejo de administración convocase una asamblea extraordinaria. El objetivo de esta petición es cuestionar la confianza que los accionistas han depositado en el actual presidente, Tino Fernández, en la última asamblea ordinaria celebrada en enero.
En medio de la tormenta Augusto César Lendoiro, que precedió en la presidencia del club a Tino Ferández, ha vuelto a aparecer en escena para pronunciarse sobre la situación actual y apelar a socios y accionistas para que reflexionen sobre su identidad como aficionados blanquiazxules. Lendoiro explica que el final de la temporada actual ha finalizado de forma "muy triste para el deportivismo y entiendo que debo dar mi punto de vista porque hace 30 años viví una situación relativamente parecida", recuerda el ex dirigente.
Miguel Otero y Tino Fernández encabezarán dos candidaturas en la que se disputarán la presidencia de los próximos cinco años del Deportivo de A Coruña. Lendoiro espera que en la carrera presidencial, sus máximos exponentes ofrezcan un futuro más brillante para la entidad. "Los candidatos deben ofrecer un proyecto, atractivo e ilusionante, a una afición muy dividida que, quizás, esté pasando por uno de los peores momentos desde hace varias décadas", en su opinión.
Tirando de memoria y pasado, Lendoiro realiza un símil entre el Deportivo que él se encontró cuando tomó las riendas del club y la foto fija actual. El ex dirigente hace un paralelismo entre ambas situaciones, partiendo de la fractura social pero matizando que el dinero de la televisión que maneja en la actualidad el consejo de administración en más favorable que hace 30 años. "Me recuerda, aunque la situación económica actual es mejor por la influencia de la televisión, mi llegada al Club a mediados de junio de 1988. Era patente una gravísima ruptura social, que se manifestaba en los tan sólo 5 socios y en los tres presidentes que habían dimitido esa temporada antes de mi entrada, el cuarto antes de finalizar el ejercicio; deuda muy importante; situación deportiva que venía marcada por el gol de Vicente que nos había salvado in extremis del descenso a Segunda B…", un gol que ha dado pie a producir un documental que se ha estrenado esta semana bajo el título de "Dépor 88".
Lendoiro destaca que en el momento de aceptar el cargo de presidente se ocupó de cerrar heridas entre aficionados. "Había que elegir. Todas las carencias eran trascendentes pero no se podían resolver de inmediato de forma simultánea. Superar los problemas económicos y deportivos eran de máxima urgencia pero antepusimos a ellos acabar con la fractura social. El “Camina o revienta” era un aldabonazo a los ciudadanos del peligro que corríamos si no éramos capaces de unirnos, de sumar, de remar todos en la misma dirección. Y entre todos lo conseguimos. El Coruña se convertía para el mundo entero en el “único” Deportivo, como aparecíamos en las papeletas de los sorteos de Champions", dice con añoranza.
Para el ex dirigente blanquiauzl "la historia vuelve a repetirse". De ahí que argumente, a renglón seguido, que el proyecto de recomposición del club parta del mismo punto con el objetivo de "deportivizar" al club. "Estamos obligados a recuperar nuestra identidad. Es fundamental. Hemos perdido todos los referentes. No se puede tardar más en “deportivizar” el Depor. En pocos años hemos perdido todos sus símbolos más representativos tanto en el banquillo. con el injustificado despido de Fernando Vázquez… como en el terreno de juego con la marcha forzada de los capitanes y de los canteranos del equipo Alex Bergantiños, Lux, Laure, Insua, Juan Domínguez… como en la grada, de forma especial con la ruptura social con Riazor Blues a raíz del asesinato de Jimmy… como en nuestras categorías inferiores con el despido indiscriminado de la práctica totalidad de los dirigentes y entrenadores de la base que se habían formado en nuestra Escuela de Entrenadores…", enumera el expresidente.
Lendoiro acusa al actual consejo de "desarraigar" a la afiicón. Cree que ese desarraigo se ha prouducido por varios motivos. "Se apostó por una ruptura total con el pasado. Nuevos técnicos, nuevos jugadores, nuevos directores de lo que los mejicanos denominan con acierto “fuerzas básicas”. Lo que tenía que ser una excepción se convirtió en norma. Ello ha generado un enorme desarraigo en el Club que ha provocado lo que la gente marinera cataloga como un barco a la deriva", simboliza.
Lendoiro solicita la recuperación de la memoria y voces que evangelicen a los aficionados. "Ya no existen “ideólogos” del deportivismo. Todos han sido despedidos", denuncia el expresidente. El expresidente discrepa del actual modelo porque considera que las personas a las que se ha delegado la misión de construir las estructuras del club carecen de lazos con la historia del Deportivo. "Unos desde la cuna, con el cese de la práctica totalidad de los educadores que se ocuparon durante los últimos veinticinco años de la cantera blanquiazul, y es un axioma que si fallamos en la educación de los nuevos deportivistas en la Escuela ya sabemos lo que nos espera en el futuro. ¿Cómo pueden inculcar el deportivismo a los niños aquellos que no lo sienten?", se pregunta.
Carmelo del Pozo es la última cabeza visible que ha aterrizado en la Plaza de Pontevedra. Es el actual director deportivo. Desde enero, el club carecía de esa figura, ya que el pasado mes de enero, Richard Barral, el anterior responsable de la planificación deportiva fuese destituido. Para Lendoiro los dirigentes fichados e incorporados recientemente carecen de identidad. "Se han sustituido técnicos y jugadores por profesionales, de los que no seré yo el que discuta su valía, pero, lo que tampoco puede ofrecer duda, es que se han criado muy alejados de nuestros sentimientos".
Esa conclusión es la que provoca la reacción de Lendoiro ante la próxima junta extraordinaria. "Ahora llegan las elecciones y parece imprescindible “Deportivizar el Depor”. Que vuelvan nuestros ideólogos en el campo, en la Escuela, en los despachos… para que suelde esa peligrosisima fractura en la grada que nunca podemos permitirnos porque es nuestro máximo valor. Sintetizando. Aquel candidato que “deportivice el Deportivo” buen deportivista será", concluye la reflexión del expresidente con la que espera influenciar en los accionistas del club para que tomen partido.
