Con Kiev en la cabeza, el Real Madrid empató a dos frente al Villarreal en el Estadio de la Cerámica a falta de siete días para el partido más importante de la temporada. Bale y Cristiano fueron los goleadores blancos en el último partido de una Liga que ha estado eclipsada por el Barcelona prácticamente desde su comienzo y que, por tanto, ha adoptado un papel secundario en la temporada de los blancos.
La primera ocasión del partido estuvo en las botas de Enes Ünal. El delantero turco aprovechó un error del Madrid en la salida de balón para recoger un balón en tierra de nadie el cuál terminó mandando a escasos metros de la portería defendida por Enzo Zidane.
Poco a poco, el Real Madrid y Cristiano fueron ganando protagonismo. En el minuto siete el portugués disparó desde unos 30 metros y Andrés Fernández tuvo que esforzarse al máximo para evitar el primer gol del conjunto visitante, algo que no podría volver a hacer tres minutos más tarde.
Un fallo de la defensa del submarino permitió a Gareth Bale batir a Andrés Fernández a la media vuelta para seguir reivindicándose a base de goles. Según afirman la mayoría de medios españoles, el galés abandonará el Real Madrid durante este verano pero, mientras siga vistiendo de blanco, sus goles ayudarán a los de Zidane a conseguir sus objetivos.
En el minuto 31, el Madrid mostró su mejor imagen y marcó un gol marca de la casa. Isco generó espacio, abrió para Marcelo y este puso un centro con el exterior para que Cristiano acabase mandando el balón al fondo de las mallas. Antes de finalizar la primera mitad, Isco tuvo en sus botas el 0-3 y estrelló el balón contra el travesaño de la portería.
El segundo acto comenzó tal y como finalizó el primero, con el Madrid creando peligro. En el minuto 49, Andrés Fernandez salió a la desesperada y despejó el balón a 30 metros de su portería tras un disparo de Cristiano y otro de Kroos. Rodri intentó reanimar al submarino mediante un chut que se marchó desviado y, mientras tanto, los hombres de Zidane fueron bajando poco a poco el nivel de intensidad.
Roger Martinez entró al terreno de juego en el minuto 68 y, 180 segundos despues, cuajó una gran jugada individual que le permitió batir a Luca Zidane y hacer subir el 1-2 al marcador, revolucionando así la grada grogueta.
Justo cuando faltaban cinco minutos para el final , Rodri efectuó un pase medido el cual aprovechó Samu Castillejo, que mandó el balón al fondo de las mallas certificando así el definitivo 2-2.