A partir de las 16:30 de la tarde, 139 asambleístas, que componen la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol, votarán para elegir al nuevo presidente de la RFEF tras la salida de Ángel María Villar del ente federativo al haber sido detneido por la UCO de la Guardia Civil el 19 de julio del año pasado en la operación Soule. Desde entonces, la Federación ha vivido una situación de provisionalidad ya que el proceso para convocar elecciones sufrió diversos vaivenes durante los siguientes meses a la detención del expresidente Villar.
La elección del nuevo presidente se celebrará en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol. Dos son los aspirantes a ser elegidos como máximo rector del fútbol en España: Juan Luis Larrea y Luis Manuel Rubiales.
Ganará el que saque 70 votos, cifra que marca la mayoría de la Asamblea. El voto será secreto y tendrán que hacerlo de forma presencial. No se admiten votos por correo (ni postal ni electrónicos), ni se contemplan formatos telemáticos para emitir el voto.
Inicialmente, parece que Larrea parte con ventaja. Esta conclusión se deduce a la luz de los apoyos que ambos candidatos presentaron para formalizar oficialmente sus candidaturas. Larrea, actual presidente en funciones y anterior miembro de la ejecutiva de la Federación, acreditó 70 apoyos, mientras que el ex futbolista Rubiales sólo pudo presentar 31. En todo caso, loa avales son indicio, pero no una conlusión ya que los apoyos que fueron recogidos pos los dos aspirantes a presidir la Federación Española no son vinculantes.
Larrea y Rubiales han manifestado públicamente que van a ganar las elecciones. Los dos están muy convencidos de que el uno le ganará al otro. Larrea, muy molesto con Rubiales, emitió un comunicado hace 5 días, tras extenderse el rumor de que retiraría su candidatura, en el que afirmaba que contaba con 83 apyos. En dicha nota de prensa, el aspirante subrayaba su malestar acusando a su contricante de no usar una estraegia limpia. "No es el camino para unir al fútbol y trabajar por él y responde únicamente a intereses personales desmedidos", manifestó sobre los movimientos que estaba realizando su rival. Larrea aseguró además que "cada día que pasa, más y más asambleístas, incluso de los que estaban en la candidatura de Rubiales, que desean una paz y unión en el fútbol español" se suman a su candidatura que insiste en el mensaje de que él aglutina la unión del fútbol.
Juan Luis Larrea Sarobe nació en San Sebastián en 1953. Ha dedicado toda su vida al mundo del fútbol, aunque profesionalmente se inició en el mundo de la banca. Durante 48 años trabajó en diferentes entidades bancarias como Banco de Vizcaya, Zaragozano, Guipuzcoano y Sabadell. Es directivo de la Federación Guipuzcoana de fútbol desde 1981, que presidió a partir de 1987. Como máximo dirigente del fútbol en el país vasco, Larrea se incorporó a junta de la RFEF un año después y fue designado tesorero, responsabilidad que ha llevado a cabo desde 1993,durante más de 30 años. Ese cargo lo compatibilizó con el de delegado de la selección absoluta. Larrea, en el año 2017, tras la detención de Ángel María Villar pasó a ser presidente de la RFEF por ser el miembro más antiguo de la junta directiva.
Luis Rubiales Béjar nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1977. Este año cumple 41 años. Desde 2010 ocupó la presidencia de la AFE, es decir, el sindicato de los futbolistas del fútbol español. Luis Rubiales, como futbolista, jugó en el filial del Mallorca y pasó por otros clubes como el Lleida, Xerez y Levante. En este último fue captán del equipo y lideró en el seno de la plantilla la huelga que hizo en 2008 su equipo, debido a los impagos contraídos con los jugadores. Finalmente, terminó su carrera futbolística en el Alicante y el Hamilton escocés. Tras colgar las botas, continuó en el fútbol vinculado a la AFE. Desde allí, Rubiales fue la voz de protesta contra las deudas de los clubes de fútbol. La imagen más popular de Rubiales se produjo en 2012 cuando dio una rueda de prensa flanqueado por los capitanes el F. C: Barcelona y el Real Madrid, Carles Puyol e Iker Casillas, para comunicar que la AFE, el sindicato de futbolistas, convocaba una huelga coincidiendo con el inicio de la Liga. Y comsiguió su propósito. El campeonato comenzó más tarde de la fecha prevista y con la firma de un acuerdo por el cual unos 200 futbolistas consiguieron cobrar más de 50 millones de euros en impagos.
En estas elecciones hay un hombre en la sombra. El actual presidente de la Liga, Javier Tebas. El máximo dirigente de una de las mayores competiciones de Europa, controla a la mayoría de representantes de clubes de Primera y Segunda División. Tebas parece haberse decantado por la veteranía de Larrea, por lo que, a priori, el presidente en funciones de la RFEF, parece contar con cierta ventaja. Además de contar con el apoyo de los principales clubes de la máxima categoría del fútbol español y de la Sedunda División también cuenta con otro gran colectivo, el de los árbitros, un colectivo muy ligado a los mandatarios federativos.
Rubiales se ha hecho fuerte en la delegaciones territoriales, y, por supuesto en donde ha forjado su liderazgo, es decir, entre los jugadores profesionales. El aspirante más joven también ha recogido las simpatías de la cara más moderna de la pelota, el fútbol sala, y también entre los representantes del fútbol no profesional.