El Real Madrid estará en Kiev el próximo 26 de mayo para disputar lo que será su tercera final de Champions consecutiva, gracias en mayor medida a la actuación estelar de su portero Keylor Navas.
Desde Casillas, nunca un portero en el Madrid había sido tan determinante para que su equipo consiguiera levantar la orejona una y otra vez.
Lo que es llamativo es ver cómo en los tres últimos años a Keylor se le ha buscado sustituto en cada esquina. Reiterados tres: De Gea, Courtois y Kepa, como las tres manos salvadoras de Keylor contra el Bayern para sostener a un Madrid que estuvo en el alambre durante la mayor parte del partido.
Que si no va bien por alto, que si es un portero de equipo pequeño, que si no sabe jugarla con los pies , que si no gana partidos… ; estas han sido las veladas acusaciones que se le han hecho al portero Tico por parte de no sólo la cúpula madridista, sino en muchos casos el periodismo en general. Y, si nos atenemos a los hechos, la mayoría injustas. Keylor ha ganado partidos decisivos para el Madrid, el último ayer, pero sus actuaciones en las dos últimas Champions en las finales han sido también claves en momentos puntuales.
Lo de portero de equipo pequeño no tiene sentido, donde hay que medirle es en las grandes noches con el Madrid, y en casi todas ellas ha estado magnífico. Errores ha tenido, claro está, ¿ pero qué portero no los tiene? Lo difícil en el Madrid es soportar la presión de defender la portería del equipo más importante del mundo, y más aún cuando ha tenido que convivir día a día con los fantasmas de los porteros que el entorno le ponían como seguros sustitutos. Un sólo error, un par de partidos fallando y da igual lo que hiciera antes que ya estaba en la rampa de salida. Quizás cualquier otro en un entorno así y con las exigencias de todo un Madrid se habría venido abajo, habría reivindicado sus éxitos, o se habría enrocado con la prensa pero él con humildad, trabajo y sacrificio ha demostrado ser paciente y hablar en el campo, lo que le ha hecho ganarse el cariño de la afición, el respeto del entrenador, aunque desde luego y esa es la verdadera incógnita no el de los que manejan los hilos desde arriba.
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Pero mientras tanto, él a lo suyo, a seguir siendo importante para su equipo y levantar títulos que al fin y al cabo es lo que todo madridista quiere.
Después de Kiev, si gana el Madrid los focos se los volverán a llevar los Cristiano, Marcelo, Ramos , Modric y compañía, y entonces ¿se volverá a dudar de él en las alturas? Mucho me temo que si, y es que Florentino hubiera preferido que su portero titular vendiera más camisetas. La afición y el entrenador le quieren, eso le salva de momento…
