Grande Ferrer. En la Plaza de toros de Valencia, en su casa, con toda la presión posible, David Ferrer se impuso a Philipp Kohlschreiber en cinco sets y acabó emocionado, como pocas veces en su dilatada carrera deportiva.
David Ferrer, un gladiador del tenis
El tenis no es solo talento. Tal vez Ferrer no sea uno de los jugadores del circuito mas virtuoso pero, en cambio, si que posee otras cualidades que le han hecho llegar a estar en el top-ten del tenis mundial. Su enorme confianza en su juego, su honestidad en la pista, su capacidad para mantener la cabeza fría en situaciones límite y su lucha constante, son sinónimos de tenista dificilísimo de batir. Ayer era un día muy complicado, tanto por la presión del punto como por las adversidades climatológicas, pero Ferru supo sobreponerse a todo esto y logró, en el partido mas largo de España en la Copa Davis, un triunfo merecido ante un grandísimo rival como el alemán.
Ferrer vence en cinco sets
La primera manga fue muy igualada, como todo el encuentro. Se llegó a la muerte súbita y el tenista de Jávea supo jugar muy bien el tie-break. Manejo con solvencia su servicio y acabo el set con un globo perfecto, muy cerca de la línea de fondo.
En el segundo set Ferrer jugó con poca agresividad y Kohlschreiber empezó a dominar el partido gracias a su fantástico revés a una mano que le otorgó el triunfo en esta manga.
El tercero fue un calco del primero. De nuevo al tie-break y otra vez Ferru gestionando a la perfección los puntos definitivos. La presión pasaba al tenista teutón.
Todo parecía indicar que la eliminatoria se decantaría del lado español, pero la figura de Kohlschreiber volvió a emerger con golpes potentes y ajustados a las líneas que Ferrer no podía devolver con claridad. Además, el alemán seguía firme con su servicio ante el fenomenal resto que tiene Ferrer y se hizo con el set.
Y llegó el quinto y definitivo set. David Ferrer, consciente de su necesidad de apretar al rival, golpeó con mayor potencia a la bola ajustando a las líneas y defendiéndose con todo, en un alarde de pundonor y fuerza mental.
Con cinco iguales, Ferru rompió el saque del tenista alemán y se dispuso a terminar la eliminatoria con su servicio. No dejo pasar esta oportunidad y acabó el partido con un gran passing cruzado de revés que botó en la línea. Histórico. Se lo merecía, hubiera sido duro, muy duro, perder en casa, ante su afición, ante su mujer con la que espera la llegada en breve de su primer hijo y de sus emocionados padres. Enhorabuena Ferru. Francia nos espera.
