Existen factores inexplicables los cuales hacen que un equipo, y en especial un jugador, rindan de manera exponencial en ciertas competiciones. El Real Madrid, y Cristiano, volvieron a demostrar en Turín que lo suyo con la Champions va mucho más allá del amor e incluso del éxito. Los merengues vencieron por 0-3 a la Juve en un partido protagonizado por un Ronaldo que, tras innumerables intentos, consiguió el gol de chilena pretendido durante años.
Tres minutos. 180 segundos. No ha necesitado más el jugador con más olfato goleador de la Champions League para volver a marcar la diferencia. Tal y como ocurrió en Cardiff, el Madrid trató de lograr un planteamiento ofensivo que les permitiese profundizar por banda para hacer daño a la Juve desde los costados. Y vaya si lo consiguieron.
Isco recibió solo en la izquierda tras una combinación de pases en campo rival. La puso al centro y el de siempre hizo lo suyo. Cristiano apareció y remató de primeras. Jugada fácil, sin complicaciones, y un nuevo gol para el portugués con el que aumenta su récord de diez partidos consecutivos anotando en UEFA Champions League.
Con 0-1 en el luminoso, el respeto reinaba en una igualadísima batalla. Ni una entrada a destiempo, ni un exceso, ni si quiera una falta por parte de dos conjuntos conocedores de la historia y el potencial del rival. La Juve seguía a lo suyo, plantearon su partido y, lejos de rendirse tras el batacazo inicial, asediaron al campeón de Europa. En el minuto 22, Keylor Navas voló para llevar a cabo la que, sin lugar a duda, es una de las mejores paradas de su carrera deportiva. Higuaín remató tras un preciso centro con la zurda de Dybala y el ‘tico’ atajó el esférico a quemarropa casi sin tiempo de reacción.
La Juve apostaba por los ataques vertiginosos al contraataque y el caos en campo rival. Por su parte, el Madrid dominaba y seguía buscando las bandas para generar peligro. En el 35, Toni Kroos mandó el esférico al travesaño emulando el disparo de Casemiro en la pasada final de la Champions. Poco después, Chiellini se alzó entre la zaga blanca para rematar de cabeza y Varane salvó bajo palos un gol prácticamente cantado. Una posible mano de Casemiro dentro del área, la cual no se señaló por involuntariedad, y la cartulina amarilla que vio Paulo Dybala por simular penalti cerraron la primera parte.
Minuto 55. ‘La Joya’ cae en la frontal tras una entrada de Ramos, que ve la amarilla y no jugará el partido de vuelta en el Bernabéu. Dybala coge carrerilla y dispara. El balón toca en un jugador de la barrera y, con Keylor vendido, se marcha rozando el palo derecho de la portería madridista. Enmudece el estadio, se crece la Juve.
Pero en partido de Champions, con Cristiano Ronaldo al otro lado del campo nunca se sabe. Es su competición, y hoy ha sido -entre muchas otras- su noche. Un disparo de Lucas Vazquez desde la frontal provocó que Buffon se estirase al máximo para despejar el balón, que le cayó a Carvajal. El lateral español la puso al corazón del área, y Cristiano se alzó al cielo de Turín para efectuar un remate de chilena absolutamente perfecto que puso en pie a todo el estadio. 0-2.
¡El gol de la semana sin duda alguna!
??Cristiano Ronaldo?? pic.twitter.com/8HXi8wL8Hy
— Pedro Antonio Flores (@hagala_) April 3, 2018
Con la resaca del que muy probablemente sea uno de los goles del año, Paulo Dybala vio la segunda amarilla tras una entrada a destiempo sobre Carvajal. En el minuto 71, Isco, Cristiano y Marcelo generaron espacio mediante una brillante triangulación que permitió al brasileño batir a Buffon prácticamente en la línea de gol. 0-3.
Antes de escuchar el pitido final, Cristiano tuvo en sus botas el hat-trick y Kovacic estrelló el balón en el travesaño. Finalmente, los de Zidane no fueron capaces de aumentar una ventaja lograda a su estilo: con creatividad por los costados, dominio en campo rival y, sobre todo, con el olfato goleador de un imperial Cristiano Ronaldo.
