Sébastien Loeb volvió al WRC para divertirse, para correr sin presión alguna. Lo que dio resultados en México, pues llegó a liderar el rally hasta que un pinchazo le relegó al quinto lugar. Esto también hace que no tenga problema alguno en reconocer sus debilidades en cada prueba, ya que no está inmerso en el juego psicológico que conlleva jugarse un título mundial.
Si en México ya dijo que conocía el 70% del recorrido pero estaría en desventaja con el resto de pilotos ya acostumbrados a los nuevos World Rally Cars, ahora admite que no conoce nada del recorrido actual del Rally de Córcega. Si bien Loeb dejó el campeonato en 2012, 2008 fue el último año en que la prueba gala estuvo ubicada en la isla mediterránea, ya que desde 2010 hasta 2014 la Federación Francesa de Automovilismo decidió que el Rally de Alsacia sería el que entraría en el WRC.
¿Su ventaja en Córcega? Que a pesar de no conocer nada del nuevo itinerario, el asfalto siempre ha sido la superficie favorita del nueve veces campeón del mundo, hasta tal punto que el Citroën C4 WRC que condujo de 2007 a 2010 fue imbatido en ese terreno.
“Es difícil decir qué podemos esperar, en asfalto siempre he sido competitivo y espero que siga siendo el caso cuando volvamos aquí por el rally. Pero por otro lado, Córcega es completamente nuevo para mi este año, tendré que descubrir cada etapa y eso será una desventaja. Es complicado saber hasta qué punto, pero espero estar en la pelea”.
El francés también reconoce que el Rally de México ha sido una gran ayuda, pues el C3 WRC ya no es un desconocido por completo para él, como lo era en los primeros test que realizó con el equipo. “Las sensaciones del coche son bastantes buenas, ayudó bastante haber conducido el coche en México, aunque eso fuese en tierra, ya que estaba más acostumbrado al coche que en mis primeros tests de tierra. Pero es un poco más facil incluso adaptarme en asfalto”.
El rally que comenzará este jueves, marcará la última presencia de Loeb hasta dentro de medio año, cuando comience el Rally de Cataluña, penúltima prueba de la temporada y última en el programa parcial de Sébastien, que tras Córcega comenzará los preparativos con Peugeot con el inicio del Campeonato del Mundo de Rallycross, precisamente en el circuito de Montmeló el 14 de abril.
