Un hombre ruso, con un cuchillo de gran tamaño clavado en la espalda, prefiere salir a la calle para fumar un cigarrillo a ser atendido por un médico. El momento ha sido retratado cuando acababa de ser hospitalizado tras recibir una puñalada durante una pelea en un bar.
Desde luego hay momentos, y momentos. Ya sea en una boda, un bautizo o una comunión, el instante de salir a fumarse un piti con los primos y cuñados es de lo más apetecible. Pero en algunos casos, puede resultar verdaderamente peligroso.
En este caso se puede ver en un vídeo del medio de comunicación Parawey, pero se ha hecho viral a través de Internet, en el que se puede ver cómo un hombre con serias dificultades para caminar se dirige a la puerta del hospital para poder fumarse un cigarrillo. Y es que, aunque las ganas puedan a la necesidad, el tamaño del arma blanca es bastante considerable.
UN CIGARRILLO ANTES DE RETIRARLE EL CUCHILLO
Ante la mirada atónita del personal sanitario, responde a las preguntas y se sostiene como puede, para su tan deseado fin, con el cuchillo en el centro de la espalda. El hombre de cuerpo fibrado y 34 años se llama Vladimir. Había sido acuchillado por la espalda y los médicos aún no habían procedido a extraerle el arma.
Mientras van tras él, hablándole y tratando de hacerle entrar en razón. Y aunque se puede percibir un delicado estado de salud mental, e incluso encontrarse débil por la ingesta de alcohol o algún otro tipo de sustancia, intentan convencerle para que vuelva a la sala del hospital de la ciudad rusa de Kazan, en la cual le atendieron finalmente.
