Finalmente no ha sido la niña del cambio climático la elegida para hacerse con el afamado galardón. Y es que el premio Nobel de la Paz 2019 ha recaido en Abiy Ahmed, primer ministro de Etiopía, debido a las reformas que ha hecho en su país y a los acuerdos de paz que promovió con su país vecino, Eritrea.
De tal manera que el comité noruego justifica el premio Nobel de la Paz a Abiy Ahmed Ali en “su esfuerzo por lograr la paz y la cooperación internacional”. Además de por “su decisivo liderazgo a la hora de resolver el conflicto fronterizo con la vecina Eritrea”.
EL COMITÉ DESTACA SU LABOR PARA LOGRAR LA PAZ EN ETIOPÍA
Greta Thunberg, Donald Trump e incluso la líder de una tribu indígena han tenido que decir adiós a este premio. Pero, al anunciar el premio en Oslo, el Comité del Nobel ha recordado que los “esfuerzos de Ahmed merecen reconocimiento y necesitan aliento”.
Ya que el conflicto entre Etiopía y Eritrea, regiones del este y noreste de África, sobre el territorio fronterizo en disputa tuvo un gran coste financiero y humanitario para ambos países. “Abiy Ahmed ha iniciado importantes reformas que dan a muchos ciudadanos la esperanza de una vida mejor y un futuro mejor”, insisten.
Además, como primer ministro, explica el comité, Ahmed “ha tratado de promover la reconciliación, la solidaridad y la justicia social”. Aparte del apoyo a la resolución de este conflicto, también se destaca su negoción en pro de un acuerdo para compartir el poder en el vecino Sudán después de una crisis política que llevó al arresto de Omar al-Bashir, el gobernante de ese país durante casi tres décadas.
Ethiopian Prime Minister Abiy Ahmed Ali has been awarded this year’s #NobelPeacePrize for his efforts to achieve peace and international cooperation, and in particular for his decisive initiative to resolve the border conflict with neighbouring Eritrea. @AbiyAhmedAli#NobelPrize pic.twitter.com/3Niwalusj7
— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 11, 2019