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Vecino detenido por apagar los incendios de las barricadas de Barcelona

Miguel Doncel

Momento de la detención de un vecino de Barcelona.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha asegurado que “el Estado social y democrático de España tiene todos los mecanismos para que prevalezcan las leyes, la legalidad democrática y la convivencia”. Pero parece que, en base a los testimonios en forma de vídeos que se están haciendo públicos es una afirmación demasiado positiva.

Robos de bicicletas en las calles, saqueos a tiendas, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat colapsado, vías del AVE cortadas… La situación en Cataluña, y en especial en la capital, es muy preocupante. Con unos costes económicos que se calculan que podrían alcanzar los dos millones de euros. Pero a nivel mediático la respuesta por parte de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra llama especialmente la atención.

REPORTERO DETENIDO DURANTE UNA MANIFESTACIÓN EN BARCELONA

A pesar de que Sánchez ya ha comentado que actúan con la contundencia y proporcionalidad necesaria a los hechos que se están viviendo, en ocasiones los momentos de tensión dejan un espacio a la duda. Por ejemplo, ayer se conocía que un reportero de El País ha sido detenido mientras ejercía su labor profesional de informar a la ciudadanía de lo ocurrido. 

En un país democrático, donde el derecho a la información es libre, pero el de la convivencia también. “Convivencia” que defiende el presidente del Gobierno y que busca un vecino de Barcelona cuando intenta apagar un fuego pero que, en su afán de recuperar su ciudad a la normalidad, es tumbado por un agente de la policía.

Pero según un balance meramente provisional, hay que contar 54 Mossos d’Esquadra sumados a los 18 agentes de Policía Nacional han resultado heridos. Eso sí, esos eran los agentes heridos a principios de semana y con más jornadas de manifestaciones a cuestas. En el caso de la policía autonómica algunos agentes sufren “fracturas y lesiones de consideración”. Asimismo, cuatro furgonetas de los Mossos han sido inutilizadas.

Mientras tanto, se solicita el Estado de Excepción ante las imágenes de grave violencia que vive la capital catalana. Eso sí, a su vez el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, salía por Chueca a tomar copas con caras conocidas de la actualidad del país, por lo que el Partido Popular ha pedido su dimisión.

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