Podemos ya no es un sitio amigable para su secretario de Análisis Estratégico, Íñigo Errejón. Miembros de la directiva nacional han salido al paso de la decisión del político de aliarse con Manuela Carmena en las próximas elecciones de mayo bajo las siglas de Más Madrid. Una de ellas ha sido la número 2 de Podemos, Irene Montero, que en su vuelta a la primera línea política tras la baja maternal ha asegurado que se han dinamitado “los puentes” que les unían con él. La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso se mostró molesta por haber urdido “un plan secreto” con la alcaldesa de Madrid.
En la misma línea se mostró ayer el secretario de Organización, Pablo Echenique. Incluso se podría decir que fue más duro: el político se puso en la piel de Errejón y aseguró que, en su situación, dejaría el escaño que ocupa en el Congreso, pero “de algo tiene que vivir” hasta las próximas elecciones autonómicas. Además, en alusión a las palabras de Errejón en las que aseguraba que decía que es el candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, el morado aseguró: "Cada uno puede decir lo que quiera, por repetir muchas veces que la Tierra es plana, no quiere decir que sea una esfera"
No obstante, nadie dentro del partido habla de expulsión. Los miembros de la formación prefieren darle un punto de vista diferente. Para ellos ha sido Errejón el que se ha situado fuera del partido, por lo que no es necesario forzar su salida.