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Los candidatos a presidir el PP cierran sus campañas rodeados de grandes personalidades

Varios exministros de los dos Gobiernos de Mariano Rajoy apoyando a Pablo Casado a escasas horas del cierre de campaña.

Los dos candidatos a presidir el PP, Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría, han querido cerrar sus campañas electorales antes del Congreso Extraordinario del PP acompañados por su equipo, formado por muchos cargos o excargos importantes y reconocidos dentro y fuera del partido.

Pablo Casado se ha reunido en un céntrico restaurante de Madrid con exministros de los dos Gobiernos de Rajoy, como Manuel Soria, Juan Ignacio Zoido, María Dolores de Cospedal o Dolors Monserrat. Da la casualidad que todos los invitados, en una comida celebrada por José Manuel García-Margallo, se han mostrado muy críticos con la exvicepresidenta del Gobierno por el excesivo poder que, a su juicio, acumuló la mano derecha de Rajoy durante más de seis años y medio. Al finalizar la comida, todos los asistentes han firmado un manifiesto en apoyo al candidato porque, a su juicio, representa "la renovacóin y la experiencia necesaria" con ideas claras para "la democracia, la libertad y la unidad de España". Justo después, Pablo Casado ha dirigido un último acto de campaña en el centro de Madrid en el que ha vuelto a repetir que su candidatura es integradora y que si gana él, "ganamos todos".

Soraya Sáenz de Santamaría rodeada de su equipo de campaña a pocas horas de terminar la campaña electoral. 

Soraya Sáenz de Santamaría no ha quedado atrás. La exvicepresidenta del Gobierno también ha compartido una foto en la que se puede ver a su equipo de campaña comiendo pizza y, seguramente, amarrando los últimos flecos sueltos. Entre las grandes personalidades se ha podido ver a los exministros Alfnso Alonso, Fátima Ibáñez o Íñigo de la Serna, así como al andaluz Javier Arenas. La candidata ha defendido en todo momento que su experiencia en el Gobierno hará recuperar La Moncloa al PP.

Los dos candidatos han protagonizado una lucha dialéctica que ambos han pretendido evitar, pero que no han podido esquivar: el de los ataques, los golpes bajos y los reproches por sus palabras o actuaciones. A pesar de que ambos han prometido que su candidatura unirá a España, queda por ver cómo actuará aquel que, a partir del próximo sábado, sea el nuevo o la nueva presidenta de Génova 13. 

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