Muy pronto, el programa terminará para siempre, pero los fanáticos levantaron un cuerno para beber al enterarse de que el showrunner Michael Hirst estaría haciendo un programa de continuación en Netflix, titulado Vikingos: Valhalla.
El nuevo espectáculo, que ya tiene una orden de dos temporadas, podría ser retrasado por una disputa legal ante el Tribunal Superior de Irlanda, e incluso el propio Odin podría no ser capaz de evitarlo.
Aquí está el detalle: aunque Vikingos: Valhalla se establecerá 100 años después de Vikingos y seguirá a personajes completamente nuevos, en el mundo real, la serie aún será producida por muchas de las mismas compañías detrás del programa original, incluyendo Octagon Films. La empresa con sede en Berlín W2 Filmproduktion, que tiene una participación del 49% en Octagon, alega que los productores de Vikingos Morgan O'Sullivan y James Flynn, que son accionistas de Octagon, desviaron € 40M de Octagon, dinero que presumiblemente debería haberse distribuido a W2. Ahora, W2 puede solicitar una orden judicial que detenga la producción de Valhalla hasta que se aborden estas acusaciones.
W2 sostiene que O'Sullivan y Flynn, quienes niegan rotundamente las acusaciones, seguirán un patrón similar en Valhalla, desviando fondos de la serie sin distribuir la parte correspondiente de W2. W2 alega que solo se enteró de Valhalla a través de los medios de comunicación.