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Eurovisión hace temblar a una prestigiosa marca francesa

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En esta edición, la número 66, del más famoso concurso mundial de canciones, el Festival de Eurovisión, hemos presenciado como España volvía a temblar de emoción durante la soberbia actuación de nuestra representante, Chanel, y su impecable conjunto de baile. La emoción ha aumentado durante las votaciones, ya que la intérprete de SlowMo llegó a estar la primera para quedar en un más que honroso tercer puesto y tan solo a 7 puntos del segundo clasificado, Sam Ryder del Reino Unido que, ¿por cierto “Where is the Brexit?", si ¿Dónde está el Brexit? ¿Pueden los cantantes británicos participar en el festival? Pues sí, no es lo mismo ser miembro de la UER (Unión Europea de Radiodifusión) a la que pertenece a través de la cadena pública BBC (la equivalente a nuestra La1) que forma parte de la Unión Europea de la que decidieron salir por votación popular ¿Entonces, Australia? Australia fue invitada a participar en él debido a la altísima popularidad que tiene en ese país el Eurovisión Song Contest y que ha sido retransmitido desde 1983. Este año su representante que, a pesar de la magnífica ejecución de la balada, solo obtuvo dos puntos del voto popular. Su particular puesta en escena ha ocasionado multitud de memes al comparar la máscara del cantante con lámparas de cristales colgantes. La explicación de lucir una máscara durante la interpretación de "Not the same" la da el mismo Sheldon Riley al declarar que de pequeño fue diagnosticado de Síndrome de Asperger y cubrirse la cara es como esconderse del mundo, cambiando su apariencia a través de las máscaras y que él llama "hermosas distracciones". Y para distracciones, la actuación de los representantes de Noruega, Subwoolfer, ocultando su identidad durante todo el tiempo que duró la gala, disfrazados de lobos amarillos y elegantes trajes de chaqueta. Se dice, se comenta, se rumorea que son los mismos intérpretes de la pegadiza "What de fox say?"  publicada en el 2013 por los hermanos Ylvisaker, quienes forman el dúo cómico Ylvis. 

No ha necesitado máscaras para estar en los primeros puestos y no precisamente por la buena puntuación de esta edición de Eurovisión, ha sido el Capitán Pescanova con su inconfundible chubasquero amarillo, perdón… ha sido el cantante del mítico grupo The Rasmus ¿Han reconocido a Lauri Ylönen bajo la apariencia del payaso de It disfrazado de grumete? ¿Sí? pues entonces habrán recordado que la canción "In the Shadows" los lanzó a la fama  en el 2003, hace casi 20 años ya.

No podemos pasar por alto el peinado de la representante de Lituania, Monika Liu, idéntico al que lucía en 1962 la interprete francesa Mireille Mathieu, apodada "el ruiseñor de Avignon" por su melodiosa y particular voz. 

Sobre puestas en escenas, llaman la atención la de los ganadores, los ucranianos Kalush Orchestra, a quienes muchos atribuyen la victoria a las tremendas circunstancias de su país. También, la de la excéntrica y pegadiza "In corpore sano" de Konstrakta y su lavado de manos en palangana, que es en realidad una dura crítica a la pésima sanidad pública de Serbia,  pero la que copa el primer puesto es la de Armenia, Rosa Linn defendiendo a su canción "Snap" rasgando el papel de su habitación, pero desgraciadamente para sus creadores, esa escenografía y sobre todo, ese palo del micrófono  permanecerán para siempre en nuestra retina como cientos, miles, de trozos de papel ¡higiénico!

Llegamos al final y desvelamos qué prestigiosa marca francesa podría estar sintiendo como tiemblan sus cimientos, se trataría del icónico perfume francés Chanel nº 5 que debería cambiar su nombre a…¡Chanel nº 3!

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