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Muere la escritora Anne Rice a los 80 años de edad

Muere Anne Rice a los 80 años.

La escritora Anne Rice, autora de la serie literaria ‘Crónicas vampíricas’, murió este domingo a los 80 años tras no superar las complicaciones derivadas de un derrame cerebral, según confirmo su familia en redes sociales.

”Me rompe el corazón informarles que esta noche, temprano, Anne falleció debido a complicaciones resultantes de un derrame cerebral”, señaló su hijo Christopher en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Rice será enterrada en una ceremonia privada en el mausoleo familiar en Nueva Orleans, según el comunicado. Y el año que viene se celebrará un acto en homenaje a su vida.

En 2009, la escritora publicó la primera novela de la saga ‘Crónicas Angélicas’ titulada ‘La hora del ángel’, un ‘thriller’ metafísico sobre ángeles y asesinos. Tres años más tarde, cambió de registro con el libro ‘El Don del Lobo’, en el que un joven reportero es atacado por una bestia que no puede distinguir entre la oscuridad de la noche.

Además, Rice elaboró una reinterpretación de los evangelios en su serie ‘El Mesías: El niño judío’, una novela basada en la vida de Jesús, tras declarar públicamente en 1998 su reconversión al cristianismo tras años defendiendo el ateísmo.

Pero Anne Rice era de aquellas escritoras capaces de hacerse amiga de la muerte y aprovechar su buena relación con ella para seguir produciendo obras en las que recuerda el lado oscuro de la bondad y el lado bueno de la maldad. En las que es capaz de revisar, actualizar y dotar de una trascendencia casi existencial sus narraciones sobre cualquier personaje clásico de la literatura de terror, desde las momias hasta los licántropos pasando por las brujas. Más allá de historias de miedo son tratados sobre emociones, relaciones perturbadoras y espejos cuando te adentras en el pozo del alma humana.

Y es que su muerte no sólo ha dejado huérfanos literarios a vampiros, a los que fue capaz de humanizar de tal modo que con su 'Entrevista con el Vampiro' (1976), el primer libro de 'Crónicas Vampíricas', generó una legión de seguidores por todo el mundo fascinados por las aventuras de Lestat, Louis, Magnus o Akasha, entre muchos otros. Cierto es que la película de Neil Jordan de 1994, con un Tom Cruise haciendo una caricatura de Lestat, un Brad Pitt hierático y un Antonio Banderas que aún no sabe si es un actor o un vampiro que juega a serlo, ayudó a dar a conocer sus libros más allá de Estados Unidos.

Sus personajes fundamentales son Lestat el vampiro, en el mundo Lestat de Lioncourt (interpretado en el cine por Cruise), un tipo realmente despreciable pero fascinante, que es el vampiro malo, y su víctima Louis (Brad Pitt) —que es el que narra su historia a un periodista actual en Entrevista con el vampiro—, esencialmente buena persona, transformado en no muerto por mor de los colmillos del otro y sometido a las escalofriantes exigencias de su nueva vida. El baile moral entre ellos a lo largo de los tiempos, de cariz homosexual, es el centro de la obra de Rice, llena de escenas inolvidables, en las que una delicuescente y turbia sensualidad se mezcla de manera genial con el más puro horror. La historia incluye asuntos de una morbosidad alucinante, como la responsabilidad en la creación de nuevos vampiros, incluso el de una conmovedora niña vampira, Claudia, una de las grandes figuras trágicas del género, condenada a permanecer como espantosa muñeca sangrienta. O los curiosos y fascinantes códigos éticos de la comunidad vampírica orquestada por un tenebroso priorato en París. El irreverente Lestat, que tiene club de fans en EE UU, es el protagonista de varias novelas posteriores. Es curioso imaginar qué hubiera pensado Bram Stoker de toda esta deriva vampírica, que ha llevado al canon a una nueva vida —a lo que se ve y valga la palabra para despedir a la gran Anne Rice— inmortal.

Con Jerusalem’s Lot, de Stephen King, y Sueño del Fevre, de George R. R. Martin (novela con la que Entrevista con el vampiro guarda tantos puntos de contacto), la obra de Rice es el mayor logro contemporáneo en la revisitación de la figura del vampiro clásico.

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