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Los colaboradores de ‘Sálvame’ a los que Mila Ximénez ha dejado parte de su herencia

En el recuadro, la pintura que Mila ha dejado a Kiko Hernández. / GTRES

Mila Ximénez fallecía el pasado 23 de junio a los 69 años de edad tras perder la batalla contra el grave cáncer de pulmón con metástasis que los médicos le diagnosticaron el año pasado por estas fechas. La noticia de la muerte de la célebre colaboradora de 'Sálvame', aunque esperada, dejó hundidos a sus amigos del programa de las tardes de Telecinco. Desde entonces, sus compañeros de trabajo no han dejado de rendirle continuos homenajes tanto en el plató de Mediaset que tantas veces compartieron con ella como en las redes sociales. 

Según cuenta el periodista Saúl Ortiz en las páginas de sociedad del diario ABC, antes de fallecer, la popular periodista pudo despedirse de aquellos tertulianos del formato de La Fábrica de la Tele que habían sido imprescindibles en los últimos años de su vida. Al parecer, sabiendo que el final se acercaba, Mila decidió reunir en su casa de Madrid a sus compañeros más fieles, a sus colegas más íntimos. Sin miedo a la muerte, Ximénez quiso organizarlo todo para que, una vez que ella se fuera, los colaboradores del espacio vespertino de cotilleos más cercanos pudieran seguir recordándola. 

Para ello, tal y como informa Ortiz en el periódico de Vocento, la comunicadora sevillana dejó en herencia a varios de sus amigos de 'Sálvame' algunas de sus pertenencias, objetos no solo de un gran valor sentimental, sino también económico. Evidentemente, no todos los colaboradores figuraban en la lista que Mila Ximénez dejó preparada antes de morir, pero sí se acordó de aquellos con los que más había compartido en vida. 

De acuerdo con ABC, que se hace eco de datos publicados por las revistas Pronto y Lecturas, la ex de Manolo Santana legó a Kiko Hernández, por el que sentía devoción, un cuadro del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín. Por su parte, Belén Esteban, otra de sus íntimas, habría recibido un misterioso sobre. Saúl Ortiz apunta que también María Patiño tendría ya en su hogar algún obsequio heredado de la que fuera su gran amiga.

Además de los rostros conocidos a los que Mila Ximénez dejó en cierto sentido parte de su herencia, sus familiares también han sido destinatarios de algunos de los artículos más preciados que la recordada polemista guardaba en su domicilio madrileño. En unas fotografías distribuidas esta semana por una agencia de noticias se puede ver cómo muchos de los objetos que decoraban su casa eran recogidos por una empresa de mundanzas para ser repartidos entre sus seres queridos.

Entre ellos, llama la atención un retrato de Mila junto a su hija, Alba Santana, que colgará a partir de ahora de las paredes del hogar de ésta en Ámsterdam, donde también reposan, por expreso deseo de la difunta, las cenizas de su madre, que quiso que el cofre con sus restos estuviera cerca de sus dos nietos, Alexander y Victoria, a los que adoraba.

Después del fallecimiento de Ximénez, Alba regresó a los Países Bajos para estar con sus hijos y su marido. Sin embargo, tal y como también publica ABC, la joven regresó hace unos días a España, donde se ha encontrado con sus tíos maternos –Encarna, Concha y Manolo-, con sus hermanos mayores Manuel y Beatriz Santana y con la madre de éstos, Fernanda Dopeso, primera mujer de su padre. El motivo del viaje estaría relacionado con temas burocráticos que debe solventar tras la muerte de Mila

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