La herencia del torero Paquirri es uno de los grandes misterios de la prensa del corazón: una millonaria fortuna que no se sabe dónde está. Su hijo, Kiko Rivera, ha decidido que va a saber la verdad, 36 años después de su muerte, siendo consciente que este paso será el final de su buena relación con su madre.
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Hace unos días, el propio Kiko Rivera subía una fotografía cuando él era un bebé junto a su padre, Francisco Rivera “Paquirri” , que perdió la vida en la plaza de toros de la localidad de Pozoblanco (Córdoba) en el año 1984, cuando el propio Kiko apenas tenía siete meses:
“Ojalá estuvieras aquí papá. Nada de esto estaría pasando. Tengo miedo de encontrarme con la verdad. Peo voy a luchar hasta el final tumbando a quien haga falta tumbar. Si ellos no supieron respetar tu voluntad, si todavía está en mi mano, te juro por Dios que yo lo haré”.
Con su entrevista en una conocida revista, Kiko Rivera ha abierto la caja de los truenos y estamos ante una entrevista que será histórica. Un antes y un después en la relación entre Kiko Rivera y el resto de los miembros del clan Pantoja.
Al menos, los titulares de la entrevista hacen pensar que va a ser una entrevista demoledora: “Yo no cedí Cantora a mi madre a sabiendas, firmé lo que ella me pidió. He pedido a mis abogados revisar el testamento, me huelo lo peor”.
Justo se celebran 36 años de la muerte del torero y 33 desde que la herencia del diestro fuera resuelta y repartida entre sus miembros. Pero el enfado de Kiko Rivera con su madre deja claro que las sospechas de sus hermanos, Francisco y Cayetano Rivera, eran ciertas. Ahora, el DJ está dispuesto a llegar hasta el final y, lo fundamental, respetar las últimas voluntades de su padre que murió con tan solo 36 años de edad.
Algunos medios señalan que el torero habría dejado un patrimonio de mil millones de pesetas, donde se incluían explotaciones agrícolas, embarcaciones, vehículos, trajes de luces y joyas… que se deberían haber resuelto con el testamento que Paquirri horas antes de pasar por el altar con Isabel Pantoja.
Pero la herencia del torero siempre ha estado envuelta en un halo de misterio y las disputas entre las distintas partes no han cesado nunca. Los hijos mayores de Carmina Ordóñez siempre han reclamado los objetos que le correspondían. Y, ahora, Kiko Rivera asegura en una revista que “mi madre me ha engañado”. ¿Estamos ante el fin del clan Pantoja?