El pasado jueves se envió un supuesto paquete bomba al restaurante de Robert De Niro, situado en el barrio de Tribeca. La policía de Nueva York confiscó el paquete, que llevaba una etiqueta de dirección postal muy parecida a la del resto de paquetes enviados a las entidades políticas de Barack Obama y Hillary Clinton, así como a las oficinas de la cadena CNN.
El explosivo fue intervenido por las autoridades antes de que detonara. En estos momentos, forma parte de la investigación en curso, junto al resto de paquetes bomba. Unas horas después de que se produjesen los hechos, el prestigioso actor hizo un llamamiento público dedicado a los votantes, con el objetivo de enfatizar que hay un arma más poderosa que los explosivos: el derecho a voto.
En declaraciones a Variety, De Niro señaló: “Agradezco a Dios que nadie haya salido herido, y agradezco a los valientes agentes de seguridad y las fuerzas del orden por protegernos. Hay algo más poderoso que las bombas, y es tu voto: ¡La gente debe votar!”.
Según ha informado la policía, actualmente han encontrado un total de once paquetes con explosivos, que han sido descritos como bombas de tubo de fabricación casera. Sus destinatarios han sido el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, la candidata demócrata Hillary Clinton, el senador Cory Brooker, el exdirector de Inteligencia nacional, James Clapper y el director de la CIA, John Brennan. Todos son detractores de la política de Trump.
Cabe destacar que el neoyorquino es una de las figuras públicas que más ha manifestado críticas hacia Donald Trump, tanto antes como después de su llegada a la Casa Blanca. De hecho, el pasado mes de julio protagonizó una polémica en la entrega de los premios Tony, después de haber gritado "Fuck Trump!” y tildarlo de “hombre cruel” y "desgraciado”. Ante esto, Trump reaccionó calificándolo como un “individuo de bajo coeficiente intelectual”.
