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Mallorca, zona catastrófica: la tromba de agua deja 10 muertos y 3 desaparecidos

Rafa Nadal acoge a 50 damnificados en su escuela de tenis.

Bomberos, policías, personal de emergencias, militares y vecinos llevan 24 horas sin descanso. Unos buscan a los 3 desaparecidos, entre los que se encuentra un niño de 5 años, que viajaba con su madre y hermana de 7, cuando les alcanzó la riada. La madre pudo salvar a la niña antes de morir, pero del pequeño no se sabe nada.

220 litros de lluvia

En paralelo, todos ayudan a limpiar Sant Llorens, Artá, Son Servera y Colonia de Sant Pere, la zona más afectada por la tremenda tromba de agua caía en la noche del martes al miércoles, con un registro, en Sant Llorens de 220 litros de lluvia por metro cuadrado, que llevaron al desbordamiento del torrente del municipio y a la muerte a 10 de sus vecinos. Se ha activado el Índice de Gravedad 1 del Plan de Emergencias, para fenómenos Meteorológicos Adversos (Plan Meteobal).

Destruido

Todo está destruido. El Gobierno ha declarado zona catastrófica a esta área, para que las ayudas del Consorcio de Seguros lleguen a los damnificados de inmediato, y los ayuntamientos puedan afrontar los daños en las infraestructuras con premura. También se refuerzan los efectivos de la Unidad Militar de Emergencia, que suman otros 100 agentes, a los 90 llegados a primera hora de la mañana de ayer.

Rafa Nadal

El tenista Rafa Nadal, trabajó ayer, codo con codo, con los vecinos de Sant Llorens, en tareas de desescombro y limpieza del lodo, y acogió a 50 afectados en las instalaciones de su escuela de tenis, para que pudieran pasar la noche. Allí van a permanecer hasta que encuentren una situación habitacional, porque son muchas las viviendas afectadas por la tormenta y que han dejado a sus moradores desamparados. También, el jugador de baloncesto Rudi Fernández, se ha sumado a los mallorquines que desde fuera de su Isla han enviado mensajes de apoyo.

Pedro Sánchez

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez voló a Mallorca en la mañana de ayer, para conocer en primera persona la magnitud de los daños sufridos por vecinos e infraestructuras, escuchar a los afectados y poner en marcha una respuesta inmediata, que sofoque, de alguna manera, el traumático suceso originado por la brutal tormenta.

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