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Kafka, Poe y Cortázar ya no interesan

La literatura cada vez tiene menos peso en el sistema educativo

¿Cuál es el objetivo concreto de esta medida? Los responsables no lo han aclarado, pero todo parece indicar que lo que se pretende conseguir es que los jóvenes no piensen. Tontos y aborregados son más fáciles de manejar. No debería sorprendernos viendo el nivel cultural que muestra nuestra clase política. Lo que sí es preocupante es la escasez de reacciones por parte de escritores, periodistas y editores. Tan solo los profesores y algunos alumnos han dicho ‘esta boca es mía’. La falta de reflexión tiene repercusión directa en la sociedad. El desprecio del modelo educativo por las Humanidades supondrá una notoria disminución en la capacidad de análisis de los estudiantes.

Por el contrario, la asignatura de religión tiene cada vez más peso en un país que presume -o presumía- de laicismo. Una ‘maría’ en la que basta cumplir el expediente para subir la nota. La ley del mínimo esfuerzo. Se prioriza la especialización, estableciendo un paralelismo con el mercado laboral. Es una visión errónea. El período de formación es fundamental para poder abarcar el mayor número de campos posibles a la hora de elegir una carrera o un oficio.

Miguel de Unamuno ya puso el dedo en la llaga: “El interés supremo debe ser el de elevar el nivel de cultura general y despertar el gusto por las cosas que dignifican y afinan el espíritu”. Estamos abocados a una sociedad que desconocerá la existencia del Renacimiento, el Barroco, el Siglo de Oro, la Ilustración, etc…Dicen las malas lenguas que a los jóvenes no les interesa la literatura. Si esta es la actitud de los responsables de Educación, las próximas generaciones tendrán asignaturas tales como videojuegos, redes sociales, televisión y fútbol. Templos de las tertulias literarias de antaño, como el Café Gijón, agonizan.

Sería interesante que alguien llevara al Ministerio un ejemplar del manifiesto de Nuccio Ordine, ‘La utilidad de lo inútil’. El saber es la única oposición hacia las leyes que imponen los mercados: “Todo puede comprarse, excepto el conocimiento”. Los recortes presupuestarios dignifican la ignorancia y sabotean la enseñanza. Gracias por su legado, señor Wert.

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