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España necesita un respiro

Cartel del festival de eurovisión

Desde 1999, ha sido uno de los peores resultados de su historia. España no ha convencido al jurado y sólo cinco puntos del televoto nos han salvado de quedar a cero. Un fracaso que se veía venir desde el principio. Ya íbamos quedando muy atrás en el certamen los años anteriores. Debíamos llevar una actuación que fuera innovadora, pero esta apuesta de Manel Navarro no ha gustado.

Quizás sea el momento de replantearse el concurso. No sería mala idea de que España acuda a semifinales. O simplemente deje de participar en alguna edición.

España, por su larga trayectoria eurovisiva, debería ser un ejemplo para los países que se van incorporando. Por ello, no se puede permitir estos resultados. Que acuda a semifinales no sería considerado un fracaso, sino una oportunidad para valorar si la elección de la canción es acertada o no. El jurado de Eurovisión debió decir días antes que la canción de Manel Navarro iba a quedar en muy mal lugar. Y así ha sido. Por otro lado, no estaría tampoco mal que el país se replantee la posibilidad de dejar de actuar en alguna edición. Cuesta mucho dinero al Estado llevar a los representantes a Eurovisión. Otros países como Italia ya lo han hecho alguna vez. Quizás este sea el momento para que España también lo haga.

Por otra parte, están las redes sociales. Grandes plataformas que actúan como jueces, sobretodo cuando algo no sale muy bien. Este año le ha tocado a Manel Navarro. Yo no considero que haya hecho el ridículo, de hecho nadie que va al certamen lo hace, aunque en determinadas ocasiones lo pueda parecer. Pero sí es cierto que el participante español estuvo muy desafortunado. Y en un concurso de estas características, puede pasar factura.

No hay que olvidar que a Manel Navarro lo seleccionó el jurado español, quienes se impusieron a todas las críticas.

Luego está el silencio televisivo. Cuando España queda entre los diez primeros, todos los canales de televisión hablan del participante y de la canción. Este año, hacen breves comentarios e inciden, si acaso, en el patinazo del concursante. Apelando al humor español, claro está. Cuando la televisión calla, mal asunto. Es un silencio tenso, que se impregna en el ambiente. Han pasado varios días del certamen y ese silencio de fracaso todavía se respira.

Así que lo mejor es reponerse cuanto antes. Aprender de los errores, que para eso dicen que es de sabios, y valorar la actuación del año que viene. Si es que España participa.

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