La tormenta se ha desatado desde el pasado domingo, 21 de marzo. Telecinco dio inicio a la transmisión del primer episodio de su serie documental, Rocío. Contar la verdad para seguir viva, donde Rocío Carrasco, tras años de silencio sobre su vida, luego de su separación del ex guardia civil, Antonio David Flores y de sortear, muy hábilmente, cualquier pregunta relacionada con él o con la nula relación que mantiene con sus hijos, contará su versión de los hechos.
Rocío, contar la verdad para seguir viva, ha sido todo un éxito para Mediaset.
La serie documental ha sido el mayor éxito de la cadena en lo que va del año. Ni la guerra mediática que iniciaron el pasado año Kiko Rivera e Isabel Pantoja le ha dado los jugosos números que le dio la emisión del primer capítulo. Varios medios informaron que la serie logró un 33,2% de audiencia, que se tradujeron en más de 7,7 millones de telespectadores.
Pero el éxito también lo fue económico. Durante el programa se emitieron 120 anuncios publicitarios, que multiplicados por 30 euros, la cual es la tarifa por anuncios de Telecinco, se estima que Mediaset generó 3,6 millones de euros en las dos horas que duró el programa.
Preocupaciones por la condena popular a Antonio David Flores.
Lo que no se esperaba era que la serie documental se saliera de control y que se convertiría en un ente, fuera de los tribunales judiciales, que decidiría la culpabilidad o no de Antonio David Flores, a quien, de manera inmediata, se le acusó de maltratador. Era obvio que, el programa, necesitaría de un enemigo visible, pero de ahí a que se convirtiera en medio para sentenciarlo, es algo que no se debe tomar a la ligera. Hasta la ministra de la Igualdad, Irene Montero, utilizó las declaraciones que hizo Rocío Carrasco, para impulsar su campaña para promover las denuncias.
El día de ayer, el abogado de Antonio David Flores, hizo público su descontento por la forma en cómo se ha omitido información crucial, que se encuentran en los juzgados, y que han sido usados como pruebas y por lo cuales el ex guardia civil no ha sido nunca encontrado culpable: “los jueces, de verdad, que ha sido multitud de jueces, diferentes tribunales, lo han examinado todo. De verdad, yo nunca había visto que se procediera de esta forma: no se puede hacer lo que se ha hecho. No puede haber un reportaje así. No se puede privar a la opinión pública de lo que realmente han visto los jueces. No se pueden poner a los pies de los caballos a los jueces, a los abogados, a los médicos forenses, a los psicosociales, a todos los psiquiatras de Rocío Carrasco que han declarado”.
María Patiño no apoyó la condena de Irene Montero a Antonio David Flores.
Que Rocío Carrasco haya hablado y que con eso se abra la posibilidad de que más mujeres maltratadas denuncien, es maravilloso. Pero de ahí a que los televidentes se conviertan en jueces y hagan sentencias sí que puede ser contraproducente.
María Patiño ha sido la única de los compañeros del ex guardia civil que ha dado un paso al frente en su defensa. Aunque reconoce que la hija de “la más grande” fue valiente al dar su versión, reconoce como “un arma muy peligrosa” el emitir libremente una sentencia cuando los juzgados no lo han hecho, por lo que criticó la condena popular de la ministra de la Igualdad, Irene Montero, quien dijo reconocer a una víctima de “violencia de género” a Rocío Carrasco. Patiño reconoció que no se siente capaz de imputar un delito tan grave tan ligeramente: “yo no creo, yo compruebo”, afirmó.