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Isabel Rábago (PP) humilla a Miguel Ángel Revilla por sus medidas

Isabel Rábago, esposa de Carlos Rodríguez (PP) se mofa de Miguel Ángel Revilla, sus mascarillas y su hija Jana

La televisión se está convirtiendo en una batalla campal para crear ruido político y crear crispación. El último suceso ha ocurrido en Viva la Vida de Emma García. Aprovechando una intervención del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, la periodista Isabel Rábago, perteneciente al Partido Popular, quiso intervenir para desmerecer sus opiniones y tratarlo como a un bobo. En una época en la que todo el mundo está ayudando como puede, resulta curioso que algunas personas se dediquen a sacar rédito político por la actual contingencia que vive España.

Isabel Rábago, de aspirante a Miss España a ejercer de secretaria del Partido Popular

Aunque empezó como Miss Cantabria en 1982, la periodista Isabel Rábago había dedicado toda su carrera profesional al mundo del corazón. Trabajó con Pepe Navarro, Carlos Ferrando y colaboró en muchos programas de Telecinco. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la periodista ha ganado fama tras utilizar las redes sociales para lanzar ataques furibundos e insultos contra la izquierda, especialmente Podemos. Este trabajo le valió ser secretaria de comunicación del PP con Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. Recién licenciada en Derecho y habiendo sido concursante del reality de Supervivientes, la cántabra tiene a su presidente Miguel Ángel Revilla desde hace tiempo en el punto de mira.

Revilla entra en directo e Isabel Rábago se burla de él

El programa Viva la Vida de Emma García conectaba con Miguel Ángel Revilla para conocer su opinión sobre todo lo que está pasando. El cántabro había sido recientemente noticia por la fabricación de unas mascarillas que ha entregado a los ciudadanos y por lo que ha recibido muchas burlas en redes sociales por parecerse a unas servilletas de restaurante. Sin embargo, el político ha defendido su gestión afirmando su preocupación por los ciudadanos. Esta afirmación le llevó una sonora e impertinente risa por parte de Isabel Rábago. En su conversación con la presentadora, Revilla afirmaba que la recuerda por haber concluído un programa con ella y que él era experto en "cerrar programas". La colaboradora entonces se despidió de él con un "adios buenas tardes" enfadando a Emma que pidió que se callara, pero la cosa no quedó ahí.

Las contradicciones de Isabel Rábago cuestionando lo que su propio partido defiende

Pero si algo ha llamado la atención han sido las medidas que Revilla proponía para el gobierno de España, medidas que también ha pedido el Partido Popular, pero que a Isabel Rábago no le parecían adecuadas. El hecho de que los niños puedan salir de casa, que la gente pueda salir a hacer deporte y que se relaje el confinamiento han sido el motivo de una brutal discusión entre la musa de Rajoy y el presidente de Cantabria. A pesar de que su partido defiende lo mismo que el PRG, el odio visceral de Rábago por Miguel Ángel le ha hecho cuestionar la simpleza de sus argumentos e inclurso mofarse de él mostrando una superioridad intelectual que ha incomodado a los que estaban allí. Dejando a un lado por qué se conecta con un político y los que le entrevistan son colaboradores de Sálvame; Hugo Castejón ponía la puntilla afirmando que el hecho de dejar a la gente salir para hacer deporte solo puede provocar un repunte en las muertes tal y como ha sucedido en Francia.

Isabel Rábago manipula y tergiversa para hacer quedar mal a Revilla

Lo feo de todo esto ha sido cuando la periodista ha preguntado a Revilla por Cantabria y los tests. Curiosamente, esa comunidad es la que más tests ha hecho por ciudadano, pero según Isabel Rábago, Revilla se estaba inventando las estadísticas afirmando que las tenía de esa misma mañana intentando hacer ver que todos los tests se habían hecho ese mismo día. El presidente omitía cualquier atisbo de discusión con una agresiva Isabel a la que ya hemos visto en redes sociales verter la bilis contra todo lo que no es el PP y VOX con el único objetivo de desacreditar mediante el insulto. Sin duda, un episodio lamentable más que pone en jaque ese derecho a la información que reclaman los grandes medios de comunicación.

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