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El Gobierno trabaja en la sombra con Casa Real para plantear una salida consensuada a Don Juan Carlos del Palacio de La Zarzuela y de la vida de su hijo, el rey Felipe VI, que altere lo mínimo la institución de la Monarquía. Por lo tanto, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, se mostró preocupada por los escándalos que están surgiendo en torno a la figura del monarca emérito e instó a Casa Real a seguir con la línea de actuación seguida hasta la fecha, tomando deccisiones que aíslen al que fuera jefe de Estado durante casi 40 años.
"El Gobierno ceclebra todas las medidas pasadas y futuras que se puedan impulsar para que se incremente la transparencia o se garantice la ejemplaridad de la Jefatura del Estado respecto al desarrollo de sus funciones", aseguró la también titular de Hacienda. No obstante, no se pronunció acerca de la conveniencia de que el exrey abandone la sede de la Jefatura del Estado.
Montero valoró muy positivamente el criterio de "ejemplaridad" que ha seguido Felipe VI desde que fuera proclamado monarca y todos las decisiones que ha tomado en torno a su padre, como retirarle la asignación anual como miembro de la Familia Real.