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Las prisiones catalanas en las que están los líderes soberanistas condenados por sedición y malversación en el marco del juicio del procés decidirán en los próximos días si les conceden el tercer grado. El reglamento penitenciario recoge que, una vez hayan pasado seis meses desde su primera clasificación, la misma debe ser revisada.
La fecha tope para que la Junta de Tratamiento deccida sobre el futuro de los presoss es el 9 de julio. Ellos se enfrentan a dos realidades: o la de permanecer en segundo grado, como hasta el momento -beneficiándose de salidad para ir a trabajar o cuidar aa familiares, como hacen hasta ahora-, o disfrutar del tercer grado, que implicaría acudir a prisión solamente para dormir o a un centro abierto, que le permitiría pasar los fines de semana con sus familias.
Sin embargo, esta decisión no solo depende de la dirección penitenciaria de cada centro. Esta debe contar con el beneplácito de la secretaría de Mesus Penals de la Conselleria de Justicia de la Generalitat. El Tribunal Supremo estará muy pendiente de lo que se decida, ya que es la última instancia que respalda o revoca este tipo de decisiones. La Fiscalía podría presentar un recurso sobre el que actuaran los magistrados, alegando que los presos gozan de un tratamiento adelantado a su ssituación penitenciaria.