ÚLTIMA HORA SOBRE EL AVANCE DEL CORONAVIRUS EN ESPAÑA
La ministra de Educación, Isabel Celaá, se reunió este jueves con los consejeros autonómicos para transmitirles la responsabilidad que implica abrir las escuelas a partir de la fase 2 para los niños que tengan entre cero y seis años, así como las escuelas de educación especial. Sin embargo, los consejeros de Educación se negaron a seguir las pautas del ministerio, por lo que Celaá dio libertad para que cada autonomía decidiera lo que considerara oportuno.
?? El MEFP y las CCAA elaborarán de forma conjunta planes de actuación para el próximo curso escolar según la evolución de la pandemia. El Ministerio trabaja además en un plan de refuerzo de la digitalización. https://t.co/jt9BHLvO2N
— Ministerio de Educación y Formación Profesional (@educaciongob) May 14, 2020
La única excepción es el País Vasco. La consejera Cristina Uriarte aseguró que los centros educativos abrirán cuando las tress provincias entren en fase 2. En la tercera Conferencia Sectorial de Educación, Celaá aseguró que el plan del Gobierno "no obliga" a las autonomías a abrir los centros, algo que parece que harán los diferentes consejeros.
De cara al curso 2020-2021, sigue la incógnita. La ministra defendió que se podrían abrir los centros educativos con la mitad de los alumnos por calse (en torno a 15), pero las dudas sobre la viabilidad de s u apertura siguen en el aire. Algunos especialistas defienden que es algo inviable, mientras que otros piden que, mientras que se garantice la docencia online a los más desfavorecidos, podría darse un tipo de educación bimodal entre lo presencial y lo informático.
¿Qué ocrure con las escuelas en cada fase de la desescalada?
En la fase 0, los centros están cerrados y el Gobierno obliga a las autonomías a garantizar la docencia online.
En la fase 1, los centros se abren para desinfectarlos y acondicionarlos a las nuevas circunstancias. Las universidades abren también para procesos de desinfección y gestiones administrativas.
Fase 2. Abrirían los colegios para menores de hasta seis años siempre que sus padres no puedan conciliar el teletrabajo con la vida familiar.