Exactamente son 27.344 millones los que no se podrán recuperar. Dinero de los contribuyentes que se utilizó para reestructurar el sistema financiero. Esa cantidad representa casi el 70 por ciento de los fondos que se usaron en Bankia, Novacaixagalicia, Catalunya Banc y Banco de Valencia.

Al menos así se desprende del ‘Informe sobre la crisis financiera y bancaria en España entre 2008-2014’ que ha realizado el Banco de España y que se ha publicado hoy. Un total de 247 páginas en las que se afirma que las herramientas de política interna económica fueron “claramente insuficientes” y que en el año 2008 no se “anticipó una fase recesiva tan intensa ni sus detonantes”.

Banco de España da por perdidos 60.613 millones de ayudas a la banca. Resultado: recortes y destrucción de servicios públicos. ¿Qué decían? pic.twitter.com/zSvoGb494u

— Íñigo Errejón (@ierrejon) 16 de junio de 2017

El organismo que preside Luis María Linde señala “la escasa implantación a escala internacional de esquemas de identificación temprana de riesgos financieros de carácter sistémico y de herramientas de política macroprudencial”. Además, se da a entender que los directivos de las cajas de ahorro carecían de profesionalidad financiera, por lo que se llegó a una situación incontrolada de concesión de créditos sin tener en cuenta ningún riesgo. A eso, añade que las comunidades autónomas las consideraban “un instrumento relevante de su actuación política y económica”.

Coordinado por un ex alto cargo del PP

El encargado de coordinar y supervisar este documento ha sido el consejero Fernando Eguidazu, ex alto cargo del Partido Popular, y, pese a que los objetivos eran “ofrecer una visión conjunta de cuál fue la actuación del Banco de España en el periodo 2008-2012”, la autocrítica brilla por su ausencia.

De cualquier forma, desde el Banco de España afirman que se trata de un análisis meramente descriptivo y no se pretende “hacer un juicio a la gestión de este organismo, sino un análisis descriptivo, un relato de los hechos sin valoraciones de esta crisis. No vamos a hacer un juicio porque nosotros somos parte y nos absolveríamos. Tiene un tono neutral para que juzgue el lector o los diputados cuando se inicie la comisión de investigación. Es el primer informe de estas características que se hace en Europa”.