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Imparable ascenso de las mafias: colonizan el planeta con dinero

Han intervenido documentación que demuestra su vinculación a La Cuarta Mafia.

Se mean de la risa cuando ven su foto en la web de Europol de los más buscados, mientras transitan de un país a otro, sin más problema que pagar un billete de avión a su próximo destino. No es de extrañar tales carcajadas, a tenor de los caducos retratos que se muestran, a la par de la ocurrencia de pedir la colaboración ciudadana, por si ven a alguno de ellos y ellas, y tienen a bien, además de cumplir con sus obligaciones e impuestos, echar una mano a los miles de uniformados que no son capaces de localizar a 'los más buscados'.

Es lo que hay

Así, Europa, esta formación de países que legislan tan juntos como a su antojo, cuando tienen un rato de ocio bien pagado; pues así, mantiene abiertas las fronteras a cualquier inquilino armado y respaldado por sus colegas, para que libremente colonice el territorio con la prostitución, la venta de droga, la trata de humanos, los robos a diestro y siniestro, la falsificación, el blanqueo y el tráfico de armas, que son algunas de las actividades mafiosas que les proporcionan pingues beneficios, libres de impuestos.

A nuestro aire

El fracaso de los cientos de miles de uniformados es tan sonoro como las risotadas de la banda de los irlandeses que cuela migrantes ilegales cada día, a razón de 3 o 6 euros por cabeza traficada; los albaneses que vienen, saquean, se lo llevan y reposan, hora en las costas del Adriático, hora en las de Mediterráneo; los rusos y los que fueron repúblicas soviéticas, encantados con el sol y la playa y la estupenda comida a precio razonable; los nigerianos que reparten más cartas que el servicio nacional de Correos, con estafas, y se apropian de las esquinas poligoneras donde obligan a trabajar a ‘sus’ mujeres; los chinos que si tienen poco con la siembra de bazares, ahora están metidos en plantaciones de marihuana, para respetar el mercado vietnamita de las apuesta y los amaños; los sicilianos (La cosa nostra), napolitanos, la Ndrangetha calabresa, la camorra, la cuarta mafia, henchidos de casinos, estupefacientes, trata… Y la española, que parece estar nutrida de banqueros, políticos, empresarios y algunos clanes (Charlines, Los gordos, La Paca…).

Beriain da con ellos

En uno de los episodios de ‘Clandestino’, del periodista David Beriain, un sicario decía que España es una perita en dulce para cualquier mafioso que se precie, por la escasa presión policial que sienten y las muchas ventajas que ofrece un país rodeado de costas, 2 archipiélagos, territorio en el norte de África y pista libre por la frontera francesa. Aquí, mafias, las tenemos todas, relajadas en tumbonas a la sombra de un margarita. Pero ahí, más allá de los Pirineos, el asunto está igual o peor, porque la delincuencia tiene pasaporte internacional y sin fecha de caducidad, para asombro del currito que cumple con el fisco y está obligado a pagarse un servicio extra de seguridad de sus bienes muebles e inmuebles. Ante esta situación, a esos electos de 15 al mes, cuando les viene bien, se les ocurre que hay que generar nuevas leyes, que frenen el avance implacable de las mafias, y no se les pasa por la garganta manifestar que hay que ser riguroso en el cumplimiento de las que ya existen, tampoco hablan de dotar de medios (salarios adecuados, formación, rigurosidad y vigilancia) a los responsables de este ámbito.

Charlatanes

Sí se les ocurre abrir las puertas al blanqueo de capitales, con la tramitación exprés del visado de residente, a cambio de ciertas cantidades de dinero, para mayor encanto de los mafiosos, que no saben dónde colocar tamañas ganancias, cuando los yates, los coches caros y las invitaciones a los electos, les cansan más que ese tedioso trámite de entrar y salir de los juzgados, cuando a alguien se le ocurre echarles el guante. De muestra: el caso Gao Ping, por ejemplo. ¿Qué interés puede poner un funcionario de seguridad en ir detrás de los mafiosos?, cuando es baladí dedicarse un día o un año, a recabar pruebas que demuestren sus delitos y desgastarse en diligencias, que culminan en 'un menos y es nada'. ¿Qué ganas le pueden poner los que ingresan poco más de 1 euros/mes, a todo este mejunje?, ¿cómo es posible que con una alerta 4 por terrorismo, hagan su trabajo sin chalecos?

En la tele

No sé quién dijo por ahí que, ‘cuanto peor, mejor’; debía de estar metido en algo sucio hasta el cuello. Lo cierto, es que, mientras el empadronado tiene que pagar todo el sistema, el sistema se rasca las bolas en su intocable sillón de privilegios, del que se levanta para ser el colaborador necesario del programa de televisión al que le llamen. Dichoso de acudir y pasar el rato, tienen minutos de pantalla para volcar un saco de palabras estériles, solidificadas en aquella máxima de su asesor: “te pregunten lo que te pregunten, tu les sueltas tu rollo y listo”. Un rollo que no alude a los 10 millones de personas que hoy se pelan de frío, a las miles de familias desahuciadas, a los trabajadores pobres, a la inseguridad manifiesta, al acoso de las trasnacionales… al desamparo absoluto y cruel, sobre el que Fiscalía está obligada a actuar de oficio. ¿Lo hace?

Los mimbres del cesto

Esta información va de mafias. Las mafias nacen de sociedades corruptas, inmovilizadas y empobrecidas. La primera de la que se tienen datos como tal, es la mafia irlandesa, asentada en EE UU, allá por mediados de 1800; sí, siglo XIX; a ella se sumó la italiana, sobre 1920, con la Ley seca debajo del brazo y, desde entonces, surgen como hongos en tierra húmeda y a la sombra. Se ha constatado que hace más de 100 años, el 90% de la policía de NY estaba a sueldo de mafiosos, a la par que se constata que la manzana ‘podrida’, pudre al resto. ¿Qué mejor forma de horadar el sistema? Pues, hay otra mejor: hacernos partícipes a todos, convertirnos en mafiosos, por activa y por pasiva.

Pase un buen día.

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