columnacero.com

La constitución de los ayuntamientos limita las posibilidades de invertir a Sánchez como presidente

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde la sala de prensa del Palacio de La Moncloa.

Las elecciones municipales, autonómicas y europeas del pasado 26 de abril fueron una segunda vuetla de las generales, que se celebraron un  mes antes. El PSOE revalidó su liderazgo en casi todos los territorios, pues salió victorioso en 8 de las 12 comunidades autonómas en las que se celebraron elecciones. Sin emabrgo, la suma de los tres partidos de la derecha -PP, Ciudadanos y Vox- ha limitado que los socialistas se aprovechen del tirón que el PSOE ha vivido con las dos convocatorias electorales. Y la constitución de los ayuntamientos del pasado sábado y la futura consittucioón de los gobiernos autonómicos medirán las fuerzas y exigencias con las que los partidos se presentarán ante Pedro Sánchez para permitir o bloquear su investidura, prevista para julio si no hay grandes problemas o septiembre si no se alcanzaran acuerdos. 

El PSOE se ha apoyado en su socio preferente durante el gobierno que ostentó al final de la XII legislatura, Unidas Podemos. En aquellos ayuntamientos en los que han podido formar un ejecutivo municipal o simplemente facilitar la investidura de los ediles socialistas, ambos se han apoyado. Sin embargo, la pérdida de poder territorial que ha sufrido el partido de Pablo Iglesias ha impedido que la izquierda se haga con grandes plazas municipales en favor de la derecha. Por ello, y para impedir que el PP se alzara con la vara de mando de ciudades sobre todo de Castilla-La Mancha o del País Vasco, el PSOE ha necesitado de Ciudadanos para alzarse con una alcaldía "a dos" -dos años para cada partido- o apoyar al PNV para que los grandes enclaves vascos estén bajo el mando del partido nacionalista. 

Por lo tanto, Sánchez tendrá que enfrentarse a escenarios diferentes. Unidas Podemos apoyará, aunque sea a regañadientes, un gobierno en solitario de los de Ferraz. Pero no es suficiente: tienen solo 165 de los 176 escaños necesarios para alcanzar la mayoría absoluta o simplemente la mayoría simple en segunda votación. Por lo tanto, Sánchez tendrá que cortejar a partidos regionalistas-nacionalistas como el PRC, PNV, ERC o UPN. Los siete votos de los dos primeros partidos citados están casi asegurados, pero el escollo está en los dods segundos. Los independentistas catalanes han pasado un "no" rotundo a una posible abstención, algo imprescindible para el candidato a la Presidencia del Gobierno de España. No obstante, quien verdaderamente decantará la balanza es UPN: sus dos escaños podrían devolver las llaves de La Moncloa al líder del Ejecutivo en funciones. Por ahora, los navarros parecen que se abstendrán, pero todo depende de quién gobierne la comunidad foral los próximo cautro años. El PSN, si bien hasta hace unos díaz quería apoyarse en EH-Bildu para hacerse con el gobierno autonómico, podría abstenerse en favor de la coalición de derechas para evitar la irrupción de la formación abertzale en esta nueva legislatura, como ya pasó con Uxue Barkos.

Exit mobile version