El presidente del PP, Pablo Casado, asumió la misma noche del 28 de abril que no podrá ser presidente del Gobierno de España, pero ayer se hizo efectivo con la reunión que mantuvo con el líder del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. El conservador se erigió como el líder de la oposición que hará un control "responsable" al nuevo gobierno que surja de las negociaciones de los socialistas con el restos de grupos parlamentarios y le animó a hacerlo "cuanto antes" para retomar la vida parlamentaria y evitar un frenazo de la economía. "Vamos a liderar España desde la oposición", sentenció el líder de Génova 13.
Casado pidió a Sánchez en la rueda de prensa posterior a su reunión que forme el "gobierno de cooperación" que acordó con Podemos con el apoyo de los partidos regionalistas "pero no con los nacionalistas". En relación a la sesión de investidura, le anunció que no le apoyarán pero se msotró seguro de que Sánchez será elegido "en segunda votación". "Echo de menos que el PSOE diga para qué quiere gobernar", se quejó Casado, que lamenta que Sánchez todavía no haya planteado los pilares sobre los que se sustentará su nuevo ejecutivo.
El presidente de los populares ofreció, sin embargo, los escaños de su partido a Sánchez para alcanzar Pactos de Estado. Además, le volvió a ofrecer su apoyo para aplicar de nuevo el artículo 155 en Cataluña o para reformar la Ley de seguridad nacional, la Ley de Seguridad Ciudadana o la Ley de Estabilidad Presupuestaria.