El Palo no volverá a ser el mismo. Todos los 27 de enero serán recordados como el día en el que el pequeño Julen recibió sepultura en el cementerio de Málaga entre vítores y aplausos de cientos de vecinos del barrio malagueño y de Totalán para acompañar a la familia en estos duros momentos.
Las lágrimas y la tristeza han tapado el radiante sol que hacía esta mañana en la ciudad. En torno a las 12.30 horas ha llegado el féretro con el cuerpo del menos procedente del tanatorio. La familia ha pedido respeto, por lo que la celebración religiosa que ha tenido lugar en el propio cementerio ha sido solo para el círculo más cercano al pequeño Julen. Una hora después, en torno a las 13.30 horas, el cuerpo sin vida de Julen era inhumado en el nicho superior del de su hermano mayor, que murió fulminantemente en 2017.
Las dos únicas coronas de flores que se han colocado junto al féretro han sido la de la familia y la de la Brigada de Salvamento Minero por expreso deseo de los padres. Entre las autoridades que han querido estar presentes en este momento tan doloroso se encontraban el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y el de Totalán, Miguel Ángel Escaño.