Bernardo Montoya fue el "sospechoso con mayúsculas" de la desaparición y posterior asesinato de Laura Luelmo. Así lo ha confesado el coronel jefe de la Comandancia de huelva, Ezequiel Romero, que ha comparecido en una rueda de prensa para dar detalles sobre la investigación de la muerte de la profesora zamorana en El Campillo (Huelva). Según los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), Montoya habría acabado con la vida de Luelmo de un golpe en la cabeza contra el suelo de su casa la misma noche en a que desapareció. Además, los agentes han confirmado que hubo agresión sexual, y que posiblemente habría sido en el campo, en el camino de Las Mimbreras, donde se encontró el cuerpo sin vida de la joven. Aunque su agresor hubiera perpetrado la violación, Laura pudo no sufrir por la posición en la qu ese encontró su cuerpo y piernas.
La Guardia Civil aumentó el número de efectivos que vigilaran al hombre, de 50 años, hasta su detención el pasado martes. En su declaración hubo "muchas mentiras", pues el detenido aseguró durante el interrogatorio al que se le sometió que Luelmo se golpeó con el maletero de su coche para luego decir que el golpe se produjo al intentar meterla en su coche. Fue ahí donde, según sus palabras, le realizó diversos tocamientos a la profesora, que estaba inconsciente.
Actualmente, Bernardo Montoya permanece detenido en la prisión de Huelva preventivamente por un delito de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.