El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovecha cada intervención pública que tiene para mostrarse cercano y benevolente con Cataluña. La última vez ayer, durante el acto que celebrara los 80 años de la fundación ONCE, donde el secretario general del PSOE volvió a citar la palabra "diálogo" para llegar a acuerdos con la comunidad autónoma porque "ningún problema se resuelve desde el conflicto". "Es necesario un "diálogo sereno y sensato dentro de la legalidad", dijo Sánchez.
La política de gestos del presidente del Gobierno no cesa. En un momento especialmente tenso en Cataluña, donde el papel de los Mossos d'Esquadra está en entredicho ante su aparente inacción con los actos de los Comités de Defensa de la República (CDR), Sánchez puso el foco en la posible reunión que podría mantener con Torra el próximo viernes, cuando el Consejo de Ministros se celebre en Barcelona. Para el presidente del Gobierno se puede hablar de lo que quiera "porque ya se hizo en julio" -cuando Torra tuvo un encuentro institucional con Sánchez en el Palacio de La Moncloa-, pero no se va a negociar nada que no esté "dentro del marco de la legalidad".
Posiblemente, uno de los temas que se traten en la hipotética reunión será el apoyo de los partidos independentistas a los Presupuestos Generales del Estado 2019 (PGE). Torra anunció a principios de noviembre que no les daría su apoyo, pero en las últimas semanas se ha condicionado a que el Gobierno tenga una serie de gestos con los políticos presos en la cárcel de Lledoners (Barcelona). Aunque desde la casa presidencial aseguran que va a ser "muy difícil" conseguir dicho respaldo, no se dan por vencidos. En enero se presentan las cuentas en el Congreso de los Diputados y Sánchez quiere contar con los máximos apoyos posibles.