El presidente Pedro Sánchez ha valorado en la rueda de prensa tras el final de la cumbre de la OTAN la inesperada decisión de los juzgados de Schleswig-Holstein de extraditar a Carles Puigdemont por un delito de malversación y no por rebelión. Sánchez ha destacado que lo importante de todo esto es que sea juzgado en España. "Las resoluciones judiciales no se califican, se respetan, y esto hace este Gobierno, sea en España, en Bélgica, Alemania o donde sea", ha dicho, en alusión a su respeto por la justicia ahora como presidente de España y antes como líder de la oposición.
"España es un Estado democrático y de derecho, al poder Ejecutivo lo del Ejecutivo y al Judicial lo del Judicial. No tenemos nada más que hacer salvo acatar", ha sentenciado. Además, ha recordado que el Ejecutivo no se puede pronunciar sobre las decisiones del poder Judicial, al ser un órgano independiente para garantizar, o intentarlo, la autonomía de los magistrados a la hora de juzgar los delitos.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha indicado lo siguiente en alusión a la extradición de Puigdemont: "Así como no nos pronunciamos nunca sobre lo que acontece en la Justicia de España, tampoco lo vamos a hacer sobre la Justicia alemana". No obstante, ha confiado en que la Justicia española logre encausar a Puigdemont por rebelión.
El Tribunal de Schleswig-Holstein, al norte de Alemania, anunció ayer por la mañana su decisión de extraditar al expresidente Puigdemont por un delito de malversación y no por rebelión. Alegó que, en su Código Penal, las razones que se dieron desde España para inculpar a Puigdemont de dicho delito no son suficientes para considerarlo "alta traición" en Alemania, el delito equiparable al de rebelión en Alemania.