A pesar de haber escogido un camino muy distinto al de su progenitor, Carlos Sainz Jr. siempre ha sentido gran curiosidad por la especialidad que encumbró a su padre. El propio Carlos ha reconocido que ya ha practicado en varias ocasiones en tramos de tierra con el coche de rallies que posee la familia. No es, pues, la primera ocasión en la que el piloto de Renault tiene la ocasión de subirse a un coche de esta categoría. Pero en Montecarlo sí que fue la primera vez que hizo una exhibición a nivel público.
Fue precisamente gracias a la marca para que corre en el gran circo y que es patrocinadora del rally más famoso del mundo. Renault llevó a la prueba algunos Megane RS de nueva generación, con un motor turbo de 1’8 litros y 280cv, para que algunos invitados célebres corriesen en los dos últimos tramos del día: Col de Turini y Col de Braus.
Su padre conocía muy px#bien la prueba, la ganó en tres ocasiones (1991, 1995 y 1998) y acabó 11 veces en el podio en 14 participaciones. Por tanto no hay mejor profesor que él para advertirle de los riesgos del Montecarlo: “Antes de venir, mi padre me dijo 100 veces que tuviese cuidado. No era un día para intentar hacer algo especial sin preparación”. Los tramos a los que se enfrentó Sainz tenían partes secas y mojadas, algunas con hielo sucio.
“Hablé con mi copiloto al principio de la semana y le dije que simplificase mis notas. Me indicó las áreas donde había nieve y tierra, porque había mucha tierra en la Power Stage. Fue mucho con lo que le lidiar al principio, pero a medida que me iba acostumbrando a las notas, de pronto me empecé a sentir más confiado y pude presionar un poco más, pero sólo cuando el asfalto estaba seco y tenía un agarre fiable”. Así relataba Sainz su primera experiencia en Montecarlo.
“El conducir por Col de Turini con tres o cuatro kilómetros de hielo ha sido un sueño hecho realidad. Cuando estaba subiendo la colina del Turini, estaba mirando y esperando las palabras de mi copiloto: ‘El col se acerca’. Fuimos a la derecha y después a la izquierda en la cima y ahí estaba. De pronto me vinieron un montón de recuerdos a la mente. La atmósfera era increíble, pero era difícil asimilar todo. Sin embargo las condiciones en la bajada hasta acabar el tramo eran realmente traicioneras. Había un par de pequeñas curvas, así que era difícil ir a tope (…) Me ha emocionado muchísimo para hacer algo más, pero aún no es mi tiempo”.
Sainz se encuentra ahora mismo preparando la temporada con Renault, que dará comienzo el 25 de marzo en Melbourne.