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Fernando Alonso sobrevive en unas difíciles 24 horas de Daytona

El nº23 de Alonso, Norris y Hanson durante las 24 horas de Daytona

Fernando Alonso superó la prueba de fuego que suponía su primera carrera de resistencia en casi 20 años (ya corrió las 24h de Barcelona en 1999). El asturiano hacía equipo junto con el jovencísimo Lando Norris, de tan sólo 18 años y protegido de Zak Brown (propietario de United Autosports y actual jefe de McLaren), y Philip Hanson. Sin embargo, a pesar de que su LMP2 llegó a meta, su carrera distó de ser tranquila, siempre con problemas.

Sin embargo, la carrera comenzó bien para el equipo. Una salida limpia y sin incidente alguno dejaba al coche nº23 fluctuando entre el séptimo y décimo lugar. A pesar de ser un novato en este tipo de competiciones. Fue el que mejor gestionó su tanque de gasolina, parando menos que los demás y tuvo la breve de recompensa de situarse líder en un par de ocasiones.

Los relevos se sucedieron sin problema alguno, sin embargo, al anochecer empezaron los problemas de cabeza. Durante el segundo relevo de Hanson, que sustituía a Norris, y justo antes de ceder la antorcha a Alonso, este sufrió un pinchazo, seguido de un reventón, que le hizo perder tres vueltas. Como resultado quedaron apeados de la segunda plaza de la categoría, saliendo incluso fuera del Top 10.

Los inconvenientes continuaron, un nuevo pinchazo mientras Alonso estaba a los mandos del vehículo. La razón del pinchazo era aún más grave: Un problema en el cilindro maestro de la bomba de frenos. Algo que enterró toda opción de victoria, ya que se perdieron 40 minutos aproximadamente para llevar a cabo la reparación.

A pesar de las reparaciones, los tres pilotos continuaron sufriendo problemas de frenos hasta ver la línea de cuadros. Aunque al menos, llegaron.

No fue el único español con problemas. Dani Juncadella y sus compañeros Lance Stroll, Felix Rosenqvist y Robin Frinjs del equipo Jackie CHan DCR Jota tuvieron un desarrollo muy similar: Pinchazos y problemas en un amortiguador, aunque afortunadamente pudieron completar en décimoquinto lugar de su categoría, dos posiciones por detrás de Alonso, Norris y Hanson. Por su parte, Miguel Molina finalizó en el puesto 39º a bordo de un Ferrari 488 GT3.

El mejor español fue Antonio García, veterano piloto de Chevrolet. Junto con Jan Magnussen y Mike Rockenfeller, llevaron a su Corvette C7.R a una tercera posición final en la categoría de GTLM, aunque tuvo opciones serias de ganar en su categoría.

Los ganadores absolutos fueron Joao Barbosa, Filipe Alburquerque y Christian Fittipaldi, en su Cadillac Dpi #5 de Action Express que dominaron la carrera en su parte final gracias a su buen ritmo y los problemas de los rivales.

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