Como suele ser costumbre en los duelos que miden a Valencia y Real Madrid, la igualdad reinó desde que el esférico echó a rodar en Mestalla. Ambos conjuntos comenzaron el encuentro con nervios, el equipo de Zidane no sacaba el balón con seguridad mientras que, en el área contraria, Neto y Garay chocaron en una maniobra defensiva para nada compenetrada que, además, pudo provocar el primer tanto del Madrid.
El hombre que más sufrió las consecuencias de dicha tensión fue Martín Montoya. En el minuto 16, Cristiano condujo un contraataque de libro el cual concluyó con el portugués cayendo dentro del área tras ser derribado, precisamente, por Montoya. Estrada Fernández, colegiado del encuentro, señaló la pena máxima y Ronaldo se encargó de convertirla.
Kondogbia cogió las riendas de su equipo y, de hecho, el francés disfrutó de la ocasión más clara para los suyos en la primera mitad tras disparar a bocajarro desde la frontal después de recortar sobre Casemiro en dos ocasiones. Pero de nuevo Montoya provocó un penalti favorable al Real Madrid, ya que en el minuto 36, el ’21’ valencianista derribó a Benzema cuando el francés trataba de rematar de cabeza, y tal como ocurrió previamente, Ronaldo marcó desde los 11 metros para hacer subir el 0-2 al marcador de Mestalla.
El Valencia trató de reaccionar antes de finalizar el primer tiempo. Rodrigo Moreno mandó el balón a las nubes tras un pase demasiado potente de Santi Mina y Guedes intentó sorprender en la última acción previa a que el colegiado señalase el camino a los vestuarios, pero la avalancha che llegó a partir del minuto 58.
Santi Mina se adelantó a la defensa blanca en un saque de esquina y el gallego remató en carrera para dar esperanzas de remontada a Mestalla. Dicha motivación se avivaba a medida que pasaban los minutos, y en el 65, Keylor Navas salvó un gol de Parejo que prácticamente cantaba la afición de blanquinegra.
Pero el Madrid reaccionó en el momento justo. Cuando mejor estaba el Valencia, Marcelo y Asensio crearon una jugada preciosa en banda izquierda en la que, gracias a una doble pared, el lateral brasileño se plantó en el área rival para batir a Neto. Cinco minutos después, de nuevo el capitán del Real Madrid originó una serie de pases impecable cuyos protagonistas fueron Kovacic y Kroos. Ambos crearon una veloz acción y el croata asistió al alemán para que este mandase el balón al fondo de las mallas con un sutil disparo desde la frontal, sentenciando así un partido que da un ligero respiro al vigente campeón de Liga.