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La cabeza de Pires evidencia y elimina al Madrid de Zidane

Benzema falla un remate a puerta | foto: realmadrid.com

Es el error el que alimenta el éxito. Porque a veces, se gana por fallo del antagonista, y no por trabajo. Pero este no es el caso del Leganés, un equipo que presume de esfuerzo con un carácter familiar confeccionado por Asier Garitano. Un entrenador que lleva en el mismo banquillo desde categorías semi profesionales, y que hoy ha conquistado el Santiago Bernabéu. Un hombre que ha convertido al Leganés en una referencia para los modestos, que luchan por ascender en un deporte cuya rampa para el éxito está hecha de dinero. Ahora, ha hecho historia eliminando al Real Madrid en el Santiago Bernabéu haciendo historia con el pase a semifinales.

Pronunciaba Garitano en una entrevista a Panenka unas palabras que han definido el partido de su equipo ante el Real Madrid. ‘’Siempre quise ser entrenador, y a ser posible, un buen entrenador. Y el buen entrenador es el que se atreve a hacer cosas diferentes’’. Fiel a sus declaraciones, el conjunto pepinero acató las órdenes de Garitano y salió con decisión al terreno de juego. Intimidó, dominó y acorraló a un Real Madrid huérfano de capacidad creadora que oxigenara su juego. El Leganés escribió el guion del partido y sin menospreciar los garrafales errores que el rival concedió, se impuso dos veces en el marcador.

Zidane salió con una baza compuesta por los jóvenes Achraf, Llorente y Theo acompañados del reclamado Asensio. Sin Bale –el mejor en la última victoria ante el Depor- y Cristiano, el Madrid menospreció al Leganés al no salir con todas sus armas. No quiso la electricidad aparecer en las botas de Isco, cuya titularidad no sirvió para sentenciar la eliminatoria en un primer momento. Lideraba la escuadra madridista Benzema, que puso las tablas tras el gol inicial de Eraso tras haber recibido la condena de los presentes en forma de pitos. Más no hizo el francés, cuyo tanto fue solo un paréntesis en su habitual ronda de desaciertos.

La función comenzó con un Madrid enchufado, que quiso ir a cerrar los cuartos cuanto antes. La llave para el gol estaba oxidada gracias a la solidez del Leganés atrás. Progresivamente, Garitano empujó a sus hombres al avance y se estableció en campo rival con relativa facilidad. Los pepineros ahogaban al Madrid en busca de la errata en el juego, hasta que llegó. Un desmedido pase de Achraf, al que no llegó Nacho, propició la anticipación de Eraso que hizo el primero. El tiro salió de las botas con dirección a la escuadra de Kiko Casilla, que hizo un esfuerzo inútil en detener un balón preciso.

[Sumario]

La primera parte se cerró con un cero en el recuento de tiros a puerta del Madrid. Una muestra de su imprecisión, mezclada con el perfecto despliegue del cuadro visitante, que encendieron los pitos en el camino de los jugadores al vestuario. Benzema con tablas no apagaría las críticas, que se repitieron con un cambio de Isco en el último cuarto de hora de la cita. Los abucheos a la decisión de Zidane se intensificaron en este momento porque minutos antes, la cabeza de Pires puso al Leganés por delante en la eliminatoria.

El segundo gol llegó de forma inesperada. Pero justificada. Theo no mostró ningún estímulo en la defensa del córner y Pires, con bravura, remató con la testa y silenció Chamartín. El Madrid quedó perplejo, pero con una bala en la recámara: faltaban treinta y cinco minutos para finalizar.

La espera fue amarga, caracterizada por la presencia del Madrid ante las filas del Leganés. Los del sur supieron aguantar con un nivel propio de un equipo que lleva años en la élite. Pero no. El Lega acabó el partido, alzó los brazos al cielo de la Castellana y lo tocó. No sabemos el destino del Leganés en la Copa del Rey. Hoy ha accedido por primera vez a las semifinales, aunque no es el pase lo más llamativo, sino la alegría de los trescientos aficionados en el quinto anfiteatro contrastada con la impotencia generalizada del Bernabéu. El Leganés ha asaltado a Goliat, al que le toca hacer una reflexión profunda. Hoy ganó la humildad y la persistencia. Hoy ganó el fútbol.

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