Sudamérica, esa parte de nuestro planeta donde el fútbol se vive más que en ningún otro lugar. Las canchas se llenan semana tras semana para alentar de la manera más apasionada a clubes que disponen de un capital mucho menor que el de los conjuntos europeos, pero al fin y al cabo ese acaba siendo un factor intrascendente para ellos. Los hinchas cantan hasta dejarse la voz independientemente de las opciones que tenga su equipo de levantar el trofeo más prestigioso de Iberoamérica, la Copa Libertadores.
El Grêmio Foot-Ball Porto Alegrense, conocido comúnmente como Grêmio, venció a Lanús hace menos de un mes en la final de este campeonato para coronarse como el mejor conjunto de Sudamérica. Esta condición ha acreditado a los brasileños para viajar a Abu Dabi y disputar el llamado Mundial de Clubes, competición en la que se enfrentarán al Real Madrid en el partido por el título.
Derbis de altura
Porto Alegre es una ciudad brasileña que cuenta con cerca de millón y medio de habitantes. En ella, Gremio e Internacional son los dos equipos que dividen a la población año tras año para protagonizar una de las rivalidades más importantes de todo el planeta fútbol.
Lo cierto es que, en cuanto a historia, Inter es el club que destaca en la ciudad, ya que es el único equipo carioca que ha conseguido ganar el campeonato nacional sin perder ni un solo partido, récord que lograron en 1979.
Pero hoy en día, Grêmio es quien manda en el estado de Rio Grande del Sur. Los tricolor han completado una campaña de ensueño, ya que además de ganar la Libertadores, han conseguido alcanzar las semifinales en la Copa de Brasil y han finalizado el campeonato liguero en cuarta posición.
[Sumario]
Tras la conseguida en la pasada edición, son tres las Copas Libertadores que posee Grêmio, pero sin lugar a duda este ha sido el año en el que han mostrado mayor superioridad respecto a sus rivales. Los chicos de Renato Gaúcho superaron la fase de grupos sin demasiado esfuerzo tras pasar por encima de Guaraní (Paraguay), Deportes Iquique (Chile) y Zamora (Venezuela).
En octavos tuvieron que enfrentarse al Godoy Cruz argentino, equipo al que se impusieron por 3-1 en el global de la eliminatoria. En la siguiente fase se verían las caras con otro clásico del fútbol brasileño, el Botafogo. En este caso el rival les plantó cara hasta el último momento, pero un gol de Lucas Barrios en el partido de vuelta permitió que Grêmio pasase a las semifinales.
Barcelona Guayaquil, o ‘el otro Barcelona’, sería el penúltimo escaño en el camino de los brasileños hasta el título. El partido de ida fue un paseo militar para Grêmio, y con un contundente 3-0 sellaron la eliminatoria y lograron el pase a la final, en la que posteriormente vencieron a Lanús por un 3-1 global.
Después de vencer a Pachuca en las semifinales del Mundial de Clubes, en la parte tricolor de Porto Alegere ya sueñan con igualar la gesta de Internacional, Sao Paulo y Corinthians (único equipo sudamericano que posee dos trofeos de este calibre). Estos tres conjuntos brasileños lograron imponerse a los respectivos campeones de Europa del 2000, 2005, 2006 y 2012, y demostraron al mundo que en Latinoamérica son capaces de plantar cara a cualquier rival.