Las letras de Santander dejarán de verse en los alerones de los coches de Vettel y Raikkonen, la entidad ha decidido no renovar el contrato que los unía con la escudería italiana, aunque según el diario El Confidencial, aún existe la posibilidad de que el banco continúe, pero como patrocinador secundario de Ferrari. Aún así, el banco se ahorrará los diez millones de euros que le costaba anualmente el poner su nombre en los grandes premios de Inglaterra y Brasil.
Los orígenes de la asociación del banco con la Fórmula 1 se remontan a 2007, cuando se convirtió en el patrocinador oficial de McLaren Mercedes debido a la llegada de Fernando Alonso a dicha escudería, casi actuando como patrocinador personal. Cuando el asturiano recaló en Ferrari en 2010, el banco hizo lo propio. No pudo acompañar a Alonso en Renault por el contrato que aún lo unía a McLaren y que Renault tenía como patrocinador a la entidad bancaria holandesa ING.
La llegada de Santander como patrocinador principal no estuvo exenta de polémica, pues siempre existieron rumores de que fueron un factor de presión para provocar la salida de Kimi Raikkönën a favor de Alonso, aunque siempre se ha quedado en habladurías.
Santander siguió fiel a la escudería italiana incluso tras la salida de Alonso y la muerte de Botin en 2014. Sin embargo, su sucesora, Ana Botín ha decidido invertir el dinero de la entidad en otros patrocinios.