Parecía que la noticia de ASISA cambiaría las tornas en las áreas médicas internas del Real Betis Balompié, pero fuentes internas del club comentan que Tomás Calero dejará de ser el jefe de médicos verdiblanco y que su equipo también abandonará el club. Esta decisión es el resultado de una reunión acontecida hoy en las oficinas del Benito Villamarín, en las que el Betis ha trasladado a Calero y su equipo el deseo de modificar al completo la estructura médica de la entidad.
Si bien en los últimos días fue notificada en este medio la decisión del Betis con respecto a Calero, nuevas informaciones provenientes del club permiten saber que la decisión es por parte del club, quien pretende renovar el equipo de médicos que trata al primer equipo, para dar aire fresco al mismo. Para ello, sin ser plato de buen gusto, deben decir adiós a un Tomás Calero que llegó con 26 años a Sevilla para ser el médico del primer equipo de las Trece Barras. Con solo 26 años, fue contratado para observar y tratar al Real Betis Balompié y, desde entonces, lleva en el club ejerciendo como tal.
El club está sopesando actualmente cuándo acometer la renovación, y plantea dos situaciones que distan en meses. Podría ser en diciembre, y colocar al nuevo equipo de médicos antes del mercado invernal, o hacerlo en junio de 2018, en vistas a preparar la nueva temporada.