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Checo, Vettel molestará menos

Sergio Pérez, ante la atenta mirada de su compañero Lance Stroll.

¿Cuántas preguntas quedan para terminar la entrevista? Otmar Szafnauer, Jefe de Racing Point, no podía estar más esquivo con la prensa cuando le preguntaban por el futuro de Vettel en Monza. Un cambio de conducta para aquel que siempre dejó abierta la posibilidad de darle una oportunidad más a su ahora desdichado amigo solo podía suponer dos cosas: o finalmente el acuerdo no había llegado a buen puerto por discrepancias en las condiciones del mismo, o algún anuncio estaba cerca de producirse, rompiendo la calma tensa que había inundado aparentemente este capítulo de la 'silly season' desde que ambos, Vettel y Szafnauer, fueron vistos en Silverstone compartiendo coche y, seguramente, muchas confesiones sobre el proyecto que está por venir. Ha sido esta última, parece ser, la respuesta al comportamiento arisco y severo del responsable de un equipo que debía acometer el mal trago de dejar espacio a Vettel en sus filas renunciando a un piloto que lo ha sido todo.

Lealtad. ¿Qué significa esta palabra? Antaño tuvo gran importancia, contaba incluso, pero no en tiempos en los que faltan caballeros y sobran granujas. Quizás, Checo esperaba más. Llegó a dar por hecho que la entrada de Aston Martin en 2021 no cambiaría mucho el devenir de los acontecimientos, pero el podio se ha abaratado esta temporada de tal forma que el Racing Point es ya un monoplaza demasiado apetecible. Tanto que la escudería puede dar con la puerta en sus narices a un piloto que sostuvo económicamente a Racing Point, antes Force India, en la salud y en la enfermedad. Ahora, en época de bonanza y con el otro asiento ocupado y bien custodiado por la gallina de los huevos de oro, Lawrence Stroll, solo podía haber un damnificado. Pérez lo ha intentado todo, pero los millones de Carlos Slim no han sido un atractivo suficiente para aquellos que tienen el dinero por castigo… y ya de paso tampoco ayuda que ese 'rascapodios' que ha presumido ser siempre Checo sea ahora de los pocos pilotos de la parte media-alta de la tabla que aún no ha probado el champán este año.

Que Vettel lleva firmado desde hace semanas con Racing Point ya no es secreto ni sorpresa para nadie. Que el anuncio se ha podido hacer antes pero el positivo por Covid-19 de Sergio Pérez, la irrupción improvisada de Hülkenberg y la preocupación por la inestabilidad de un equipo que estaba desperdiciando deportivamente la temporada en su mejor momento han ralentizado un proceso que ya sigue su curso con lógica natural. La fruta madura ha caído y Checo ha sido despedido de Racing Point. Afrontará las últimas carreras y después buscará cobijo, seguramente en Haas, para que nadie le quite la silla de cara a un 2022 en el que todo puede pasar. Al menos se ahorrará lidiar con un equipo que solo tiene ojos para un piloto y que encontrará en Vettel el 'mentoring' necesario para ganar ese saber hacer del que conoce las estructuras ganadoras… sin poner, de paso, demasiadas complicaciones en pista. Porque, si algo tiene claro papá Stroll es que su envalentonado hijo no encontrará rival en un visiblemente desfondado Sebastian Vettel que, con apenas 32 años, ve todavía de lejos el retiro, demasiado, quizás mucho más de lo que necesita en estos momentos.

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