El año ha cambiado, pero el que no lo ha hecho ha sido Movistar Estudiantes de Liga Femenina 2. Las Women In Black han solventado con autoridad su visita a la pista del AD Cortegada (40-72) para cerrar la primera vuelta en el liderato con un balance de 12-1.
El partido arrancó un poco frío, algo lógico teniendo en cuenta las tres semanas de parón que ha habido por Navidades. En esas las Women In Black eran las que mandaban en el marcador, pero sin una excesiva fluidez en el juego. De hecho, un parcial en contra de 5-0 puso el empate a 9 mediado el primer cuarto.
La máquina empezó a carburar cuando Judy Jones se puso en marcha. La estadounidense sacó a relucir su imponente físico, no exento de talento, y comandó a las ramireñas a empezar a marcar las primeras diferencias destacables, como el 9-21 con el que se cerró el primer cuarto.
En el inicio del segundo cuarto Mariana González y Gracia Alonso de Armiño se unieron a la fiesta arrancada minutos antes por Judy Jones, y las Women In Black pusieron velocidad de crucero para dejar sin argumentos a un peleón pero impotente Cortegada.
Las gallegas eran incapaces de encontrar un resquicio en el entramado defensivo puesto en escena por las de Alberto Ortego, y la ventaja crecía jugada tras jugada. 14-31 mediado el segundo cuarto y 16-45 al descanso. La superioridad era evidente.
En Galicia, tierra de las empanadas, las Women In Black tuvieron la suya propio tras el descanso. A las de Alberto Ortego les costó volver de vestuarios, y el técnico de Movistar Estudiantes se vio obligado a pedir un tiempo muerto tras recibir un parcial inicial de 9-0.
La victoria no peligraba todavía, ya que la ventaja seguía siendo amplia, pero había que frenar la tendencia. Y las del Ramiro lo lograron, aunque sin la brillantez de la primera parte. Al final del tercer cuarto el marcador lucía un 32-57.
Con todo resuelto, Alberto Ortego aprovechó el último cuarto para dar minutos a la canterana Cristina Mato, que aunque no estuvo acertada, si se mostró muy activa y participativa en el juego.
Apenas hubo historia en el último cuarto, con un Movistar Estudiantes que no apretó conscientes de que la victoria estaba en el bolsillo y con un Cortegada consciente de la superioridad del rival, tal y como refleja el 40-72 final.