Ni la intensa lluvia sobre el cielo madrileño evitó que el Wanda Metropolitano se llenase en esta noche fría de domingo. Barcelona y Atlético de Madrid se veían las caras en lo que siempre resulta un encuentro disputado por dos de los máximos rivales de la competición, sin embargo, hoy la rivalidad era aún mayor: Griezmann, el que fuese ídolo rojiblanco durante tantos años, vestía la visitante. Y con una tremenda pitada cargada de rencor recibió el estadio al francés, su nueva novia se presentaba oficialmente en la que fue su casa. Y en esa lucha, ambos conjuntos buscaban sumar tres puntos para perseguir al actual líder, el Real Madrid.
TER STEGEN SALVA AL BARÇA
Desde el pitido inicial, el Atleti sacó los cuchillos. Los de Simeone imprimían mayor intensidad y fortaleza que los culés. Tanto es así que el asedio de los rojiblancos en los primeros compases fue constante. Y de ahí salieron ocasiones muy claras: Herrera estrelló el balón el palo, y unos minutos más tarde Ter Stegen hizo una de esas paradas antológicas en un remate a bocajarro de un Herrera que no creía como un gol suyo no había subido ya al marcador.
Valverde se levantaba con desesperación de su asiento al ver cómo su equipo sufría y apenas ofrecía resistencia. Las combinaciones no salían y la falta de fluidez la aprovechaba el Atleti para recuperar balones. No fue hasta casi la primera media hora de juego cuando Oblak tuvo que intervenir, y lo hizo tras la única buena combinación de los visitantes, una jugada que acabó en Rakitic el cual no terminó de definir bien ante el meta esloveno.
Pero transcurrían los minutos y el Barcelona supo aguantar un chaparrón inicial que poco a poco amainaba. Los de Valverde recuperaban cierto control. Arthur comenzaba a distribuir juego a los extremos. Griezmann se asociaba con Suárez con pitos como banda sonora. Y Messi se desperezaba para bailar con los centrales. La balanza se igualaba.
Con un disparo lejano de Suárez en el 35', el Barça empezó a probar la calidad de Oblak. Aún así, las del Atleti eran mas claras: Morata cabeceó a gol y el portero del Barça sacó una mano extraordinaria abajo. El meta alemán aprovechaba su visita al Metropolitano para competir con el esloveno por la posición de mejor portero del mundo.
MESSI MARCA LA DIFERENCIA
En la segunda parte, el juego se tornó en más frenético. Los goles no llegaban pero ambos equipos golpeaban a su rival, cualquiera podía ponerse por delante. El juego discurría en una y otra área, muy poco en el centro. Las contras se sucedían y tras ellas una intervención divina que evitaba que el balón llegase a la portería rival. Sobre todo para los de Simeone que veían increíble como tenían acciones clarísimas de gol y en última instancia un defensor rival o el propio Ter Stegen lo evitaban.
La falta de acierto castigaba a dos equipos que no se conformaban con un empate. Los culés se econmendaban a un Messi que cuando recibía el esférico batallaba contra la contundencia de Hermoso y Saúl. Y, a pesar del buen hacer de la zaga rojiblanca, el argentino marcó la diferencia, esa diferencia de los jugadores que anotan sencillo mientras a otros les cuesta sudor y lágrimas. Hoy, el astro resolvió con un gol en el 85'.
Al final, con cierta incredulidad y frustración, los jugadores de Simeone abandonaron el terreno de juego sabedores de que la falta de puntería se paga caro cuando juega Leo Messi enfrente, uno que no falla.
FICHA TÉCNICA:
Atlético de Madrid: Obak, Thomas, Koke, Joao Felix (Vitolo, 65'), Saúl, Morata, Correa (Lemar, 72'), Herrera (Lodi, 86'), Felipe, Hermoso y Trippier.
F.C Barcelona: Ter Stegen, Piqué (Umtiti, 83'), Rakitic, Arthur (Vidal, 73'), Suárez, Messi, Lenglet, Griezmann, S. Roberto, De Jong y Junior.
Goles: 0-1 Messi (85')
Árbitro: Mateu Lahoz (Valenciano). Amonestó a los locales Thomas (7') , Vitolo, 68'), Felipe, (73') y a los visitantes Junior (17'), Piqué (31')
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 15 de La Liga disputado en el estadio Wanda Metropolitano.