Ha sido un partido extraño, con etapas muy diferentes que podían haber condicionado mucho el resultado final. El Madrid salió bien, controlando el balón y consiguiendo el primer gol rápidamente. Cristiano, con una asistencia de un Isco que parecía multiplicarse tanto en labores ofensivas como defensivas, empaló un tiro soberbio desde fuera del área por el lado derecho de la portería. Sin embargo, los últimos 20 minutos de la primera parte el Celta empujó, tuvo el balón y se acercó a la portería de Keylor Navas con peligro. Sobre todo Iago Aspas, que aparecía por la izquierda, por la derecha, se metía hasta dentro o disparaba balones largos. Parecía demasiado corta la ventaja que había cogido el Real Madrid con el 0-1 y el empate pudo llegar en varias ocasiones. Aspas y Casemiro vieron tarjeta amarilla.
Segundo tiempo
El segundo tiempo comenzó con el temprano gol de Cristiano Ronaldo. De nuevo, asistencia de Isco que Cristiano remata con la izquierda desde el centro del área por bajo, junto al palo izquierdo. El Madrid ponía un poco de tranquilidad con los dos goles de ventaja aunque la polémica no tardaría en llegar. En una acción dentro del área entre Aspas y Sergio Ramos, el jugador del Celta se frena en su carrera y ambos jugadores chocan, uno pidiendo penalti y otro diciendo que se había tirado. Esto último fue lo que interpretó el árbitro, que le sacó la segunda amarilla a Aspas, el mejor del Celta, que tuvo que abandonar el terreno de juego. Viendo las repeticiones, se puede apreciar que no existe piscinazo y que el árbitro se equivoca. A partir de ahí aumentaron las protestas de los jugadores gallegos, que vieron varias amarillas seguidas. Pese a estar con uno menos, siete minutos después de la polémica jugada, Guidetti remata un balón que rebota en un jugador del Real Madrid y se cuela en la portería por encima de Navas.
Sin embargo, el equipo merengue no tardó en contestar. Un minuto tardó Benzema en rematar un balón con su pierna derecha, desde muy cerca y por abajo, junto al palo izquierdo a centro de Marcelo. El francés volvía a poner la tranquilidad de los dos goles de ventaja en el marcador y eso, junto a tener un jugador más, hizo que el control del partido fuera de los de Zidane. Aún faltaba por llegar un gol de Toni Cross, que remató con la derecha tras un quiebro. La asistencia fue de Karim Benzema, que estuvo muy asociativo durante todo el partido.
Asensio, Kovacic y Lucas Vázquez aportaron ese plus de frescura en los últimos minutos del encuentro y sacaron a Ronaldo del campo para evitar que viese la quinta amarilla.
Al Real Madrid le basta un empate en Málaga para hacerse con el título de Liga en el próximo partido.