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Indignación por los montones de basura y el estado lamentable del estadio del Rayo Vallecano

Montón de basura acumulado en el extremo de la tribuna alta lateral del estadio del Rayo Vallecano.

Cuando varios aficionados acudieron a las localidades del Estadio de Vallecas situadas en la tribuna alta, justo debajo del marcador, lo que se encontraron daban ganas de todo menos de ver un partido de Segunda División entre el Rayo Vallecano y el Deportivo de la Coruña. Una montaña de pipas, botellas de agua, excrementos de palomas y demás basura se acumulaba en los pies de sus asientos. Todo unido a los charcos de agua tras la lluvia que había caído antes del partido que, unido a la basura, provocaba un hedor desagradable.

Los aficionados del Rayo Vallecano que se sientan en esta zona del extremo de la grada lateral alta del Estadio de Vallecas no tuvieron más remedio que sentarse en otras localidades. El montón de basura pertenecía a los desechos de toda la grada mencionada del estadio, que la arrastran hasta esta zona y ahí la dejan. Y no es la primera vez que ocurre: durante la pasada campaña, la suciedad en este rincón debajo del marcador permanecía ahí durante semanas sin que nadie procediera a retirarla.

La basura llegaba hasta los tobillos de los abonados que tenían que apoyar sus pies en dicha montaña de restos si se sentaban en su localidad, que este año valía 215 euros debido a que la dirección deportiva del Rayo Vallecano subiera el precio de los abonos respecto al último año del equipo en Segunda División.

El encargado del mantenimiento del Estadio de Vallecas es el propio club del Rayo Vallecano, a quien la Comunidad de Madrid le cede los terrenos desde 1989, tras renovar el acuerdo a última hora durante este año. Sin embargo, los rayistas se quejan de que la limpieza del estadio brilla por su ausencia, donde los baños son impracticables, los asientos están inundados o llenos de excrementos de palomas. El estado lamentable del Estadio de Vallecas provocó que el año pasado un niño se precipitara a un foso que hay en el fondo, provocando el cierre del estadio del Rayo Vallecano hasta que se finalizaran unas obras que fueron muy criticadas tanto por los aficionados como por los medios de comunicación.

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