La llegada de Neymar Jr. al FC Barcelona es un hecho que se puede convertir en realidad este verano, después de que el brasileño haya jugado dos temporadas en el PSG. Este regreso puede a no llegar a ser tan dulce del todo. Por ello, la FIFA podría sancionar al club azulgrana si finaliza un traspaso de Neymar a la entidad azulgrana sin el consentimiento del PSG. El jugador brasileño termina el contrato en 2022, y quedaría libre para fichar por cualquier equipo. Esto se afirma en el artículo 18 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores del máximo órgano del fútbol mundial.
Una sanción económica si se actúa a espaldas de la FIFA
Según el Reglamento FIFA en el artículo 18 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, si hubiera un acuerdo entre jugador y FC Barcelona sin negociación entre clubes, los azulgranas podrían recibir una sanción económica de la FIFA. La ley establece que el jugador debe de tener un permiso del PSG para negociar con otro club estando a más de seis meses de finalizar su contrato, en este caso, antes de 2022.
En la ley, se afirma que si “hay un intermediario que actúa en la negociación de un contrato, su nombre deberá figurar en el contrato”. También dicha ley establece que la duración de un contrato será de cinco años, si la duración mínima de un contrato es a partir de la fecha de inscripción a final de temporada. También se habla de otras características, como la prohibición de firmar por otro club si se realiza un examen médico y/o una concesión de un permiso de trabajo. Unas leyes que Neymar deberá tener en cuenta, y el Barça deberá también de revisar si no quiere otra sanción FIFA.
El jugador está loco por volver al Camp Nou
No es ninguna evidencia de que Neymar Jr. quiere vestir de nuevo la camiseta del FC Barcelona. Por ello, el jugador ha pedido establecer una negociación con el Barça, donde incluso aceptaría bajarse el sueldo que tiene actualmente en el PSG. De este modo, los azulgranas perdonarían la denuncia contra el jugador y retirarían la demanda interpuesta por el brasileño debido a que cobró la comisión de renovación de su contrato una vez sellada su salida al PSG. El vestuario culé también quiere ver al brasileño en el Camp Nou, incluso Messi prefiere su llegada a la de Griezmann.