En la cúpula del Manchester United ya saben el deseo de Paul Pogba. Mientras, Solskjaer intenta ganar algo de tiempo diciendo que el francés tiene las puertas de salida cerradas. Pero en el fondo sabe que Pogba ya ha decidido cambiar de aires y que por Old Traffordno tendrán más remedio que sentarse y escuchar las ofertas que lleguen por el centrocampista.
El mercado está en una continua expansión económica. Hace tres años llegó a Mánchester procedente de la Juventus a cambio de 114 millones. Ahora, su fichaje por el Madrid se cerraría cerca de la misma cifra, millón arriba millón abajo.
El francés ya pidió semanas atrás a Mino Raiola, su agente y persona de toda confianza, su deseo de salir de Inglaterra y que arreglara al máximo su relación con el Real Madrid, con el fin de que sus problemas del pasado no obstaculizaran su deseo.
El objetivo de Paul no es otro que jugar en el club blanco a partir del próximo 1 de julio. En el Real Madrid lo que han hecho por el momento es escuchar los deseos del francés en boca de su representante. Quieren llevarlo todo en orden y serán los dirigentes del Manchester United los que reciban una llamada desde la directiva del Bernabéu con el único objetivo de empezar a cerrar uno de los bombazos del verano.
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Ni Paul Pogba ni Zidane tienen duda alguna. Creen que ha llegado el momento de encontrarse en el camino y de compartir equipo uno como referencia del dentro del campo y otro como guía del grupo y de su carrera en particular desde el banquillo.
Además del agujero económico que tiene el Manchester United en estos momentos, a esta circunstancia hay que añadir otro factor que puede invitar a facilitar la operación. Solskjaer no vería con malos ojos la incorporación de algún jugador de la actual plantilla del Madrid. Hay dos nombres que suenan con fuerza y que noo es la primera vez que figuran en la agenda del United, pero esta vez va muy en serio. Son Gareth Bale y Varane. Delantero y defensa ya estuvieron dos veranos atrás en la órbita del equipo inglés y ahora podrían facilitar la llegada de Pogba